PRINCIPIOS DE LA HOMEOPATÍA SEGÚN HAHNEMANN
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4
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3
INDICIOS DE QUE UD. ESTÁ DESPERDICIANDO SU VIDA
El fundador de la homeopatía es Samuel
Hahnemann. En el marco de la medicina general, la homeopatía es una forma
especial de terapia reguladora basada en tres principios: a) ensayar
medicamentos en personas sanas; b) registrar el cuadro clínico individual de la
enfermedad; c) aplicar la regla de la similitud, comparando los síntomas del
fármaco experimental con la imagen individual de la enfermedad.
Definición
La homeopatía es una terapia reguladora,
cuyo objetivo es influir en los procesos de autorregulación con la ayuda de
medicamentos seleccionados estrictamente individualizados, teniendo en cuenta
la condición del paciente.
Fundador de la homeopatía
El médico alemán Christian Friedrich Samuel Hahnemann, más conocido como Samuel Hahnemann, nació el 10 de abril
de 1755 en Meissen, Sajonia, cerca de Dresde, y murió el 2 de julio de 1843 en París. Fue el
médico de aquella época de la medicina, que se caracterizó por dos tendencias
contrapuestas: el valor científico y el especulativo. En aquella época dominaba
la medicina romana, en cuyo arsenal había métodos terapéuticos radicales como
sangrías masivas, enemas depurativos y otras prácticas que debilitaban
innecesariamente el cuerpo. La terapia medicamentosa incluía combinaciones de
varias sustancias en dosis drásticas. Su acción nunca ha sido probada en un
experimento, y las pruebas han sido reemplazadas por ideas especulativas y fe
ciega en las autoridades, transmitidas de generación en generación desde la
época de Galeno quien fue un médico,
cirujano y filósofo griego en el Imperio romano. Estos métodos ya fueron
condenados por Paracelso (1493
- 1541).
Hahnemann era de Sajonia, empobrecida en la
Guerra de los Siete Años. Su padre trabajó como artista en la fábrica de
porcelana de Meissen. El arte proporcionaba pocos medios de subsistencia, por
lo que Samuel Hahnemann, que era extremadamente capaz de idiomas, combinó sus
estudios con el trabajo de traductor. Dominaba el griego, latín, inglés,
francés, hebreo y árabe. Gracias a sus actividades de traducción, conoció
profundamente medicina, farmacología y química. Acompañó los textos traducidos
con sus propias críticas y comentarios, fiel al lema de vivir de su ingenio.
El pensamiento independiente despertaba el
ánimo de discutir. Mientras traducía la Materia
Médica del famoso farmacólogo escocés von Cullen, se encontró con la
afirmación sin fundamento del autor sobre que los efectos curativos de la
corteza de quina supuestamente estaban asociados con un efecto gástrico estimulante. Esta confirmación encendió la mente
crítica de Hahnemann y lo indujo a la experimentación.
Pruebas de drogas en personas sanas
En 1790,
Hahnemann decidió examinar la afirmación de von Cullen y con ingeniosa
espontaneidad probó el remedio en sí mismo. Esta fue la hora cuando nació la
homeopatía. Su primer principio fue descubierto en el experimento que dice que el efecto de una droga debe probarse en
personas sanas. Al probar la corteza de quina en sí mismo, Hahnemann notó
cambios en su condición que se asemejaban al curso del paludismo. El escribió:
Algunos días tomaba 4 pastillas de quinina 2 veces al día,
después de lo cual se me enfriaban los pies y yemas de los dedos, me congelaba,
me volvía letárgico y somnoliento. Luego comenzaban las palpitaciones del
corazón, el pulso se hacía tenso y frecuente, había sensación de miedo,
temblores pero sin escalofríos, debilidad en brazos y piernas, palpitaciones en
la cabeza, enrojecimiento de las mejillas, sed, es decir, todos los síntomas de
fiebre intermitente conocidos por mí, pero sin un aumento de la temperatura
corporal. En resumen, aparecieron todos los síntomas característicos de la
malaria: embotamiento de los sentidos, rigidez de las articulaciones y una
sensación de entumecimiento particularmente desagradable, que parecía
extenderse por los huesos de todo el cuerpo. Este paroxismo duró de 2 a 3 horas
y reapareció si volvía a tomar el medicamento. Detuve la experiencia y recuperé
la salud.
Regla de similitud
Este segundo
principio fue formulado por Hahnemann en 1796. En el diario de Hufeland,
publicó el trabajo Práctica de un nuevo
principio para descubrir propiedades curativas de las sustancias medicinales.
El nuevo principio consistía en probar fármacos en personas sanas. Llegó a una
brillante conclusión:
Cada droga causa una especie de enfermedad en el cuerpo
humano. Imitando a la naturaleza, en la cual suceden casos de curación de
enfermedades crónicas por la aparición de nuevas enfermedades, para el
tratamiento de enfermedades predominantemente crónicas, se deben utilizar
fármacos que puedan causar una enfermedad artificial similar y así curar al
paciente: similia similibus.
Para mayor
claridad, quiero repetir la parte final de la oración: "... puede causar una enfermedad artificial".
La prueba de medicamentos en personas sanas produce en ellas una enfermedad
artificial, cuyos síntomas deben ser, en lo posible, análogos a los de la
enfermedad que se busca curar. Sobre el hecho de existir una enfermedad
medicinal artificial, desafortunadamente, sólo nos damos cuenta ahora, gracias
al uso de drogas sintéticas. Minimizando vergonzosamente el peligro, lo
llamamos el efecto secundario de la droga.
El efecto destructivo de algunas drogas sólo puede llamarse efecto secundario por falta de
comprensión. Recordemos la expresión favorita de Hahnemann: ¡aude sapere! ¡Piense por si mismo!
Organón del arte de curar (Organon der rationellen
Heilkunde) de Samuel Hahnemann, 1810, expuso la doctrina de sus ideas sobre la
homeopatía. El trabajo fue revisado repetidamente por Hahnemann y publicado en
seis ediciones desde mediados del siglo XIX.
La regla de similitud, enunciada por
primera vez en una publicación de 1796, adquirió la siguiente forma clásica en
el Organón del Arte de la Medicina:
Con el fin de tratar de forma correcta, segura, rápida y fiable,
elija en cada caso específico sólo tal medicina que puede causar un estado
similar a ese sufrimiento (homoion pathos)
que se pretende curar.
Organón,
introducción.
A esto le sumamos
la expresión latina Similia similibus
curentur, Lo similar se cura con lo
similar. La regla de similitud se basa en una comparación de los síntomas de la
enfermedad y la patogenia de los fármacos. Los síntomas de los pacientes deben
ser similares a los síntomas que el fármaco provoca en las personas sanas (similitud fenomenológica).
Cuadro individual de
la enfermedad
El nombre de la
enfermedad y su diagnóstico se basan en el registro de signos patológicos, cuya
identificación e interpretación dependen del nivel de la ciencia y pueden
cambiar con el tiempo. En la aplicación práctica de la regla de similitud, se
requiere, sobre la base de la lógica, tener en cuenta los síntomas individuales
de los pacientes, pero no la definición general de enfermedades. Sólo puede
comparar las categorías relevantes: síntomas de pacientes y síntomas de la
acción de las drogas. El Organón del Arte
de la Medicina describe con mucha precisión los métodos anamnésicos que
permiten tener una idea del cuadro individual de la enfermedad, y también
establece una variedad de síntomas de los pacientes para seleccionar los medicamentos
(§§ 83-104).
Entonces, la
homeopatía es una forma de terapia reguladora que estimula y normaliza las
propias defensas del cuerpo, o como diríamos hoy en día, sistema inmunológico.
El fundador de la homeopatía, Samuel Hahnemann, desarrolló un sistema práctico
para aplicar los medicamentos, que se basa en tres principios: probar
medicamentos en personas sanas, considerar la regla de similitud y tener en
cuenta el cuadro individual de la enfermedad. La regla de la similitud dice: lo
similar se trata con lo similar - Similia
similibus curentur. Al mismo tiempo, se comparan los síntomas
característicos observados en los ensayos del fármaco y los síntomas
individuales de pacientes en particular. En base a la comparación de esta serie
de síntomas, se selecciona el remedio más adecuado. Por eso tal remedio se
denomina similia.
Medicamentos
Hahnemann
desarrolló una técnica especial para el procesamiento de materias primas: trituración
y dilución, por lo que se logra una disminución gradual de las dosis y la
extracción simultánea del principio activo con un aumento de su actividad, por
lo que este método de preparación de medicamentos se denomina potenciación, o dinamización.
La Farmacopea Homeopática
de Medicamentos es un libro de testigos o standares por origen, composición e
identificación de drogas para la preparación de medicamentos homeopáticos. Su
objetivo es dar, en primer lugar, las pautas para identificar y preparar los
medicamentos, y en segundo, establecer los pesos y medidas para las soluciones
acuosas, tinturas y atenuaciones líquidas se medirán por volumen.
La exigencia principal
para la literatura sobre los medicamentos homeopáticos es la información
detallada y completa sobre la acción de las sustancias medicinales. Acción significa aquí los cambios del cuerpo, alma y mente que
provoca la droga. La acción de la droga es la reproducción de una enfermedad
medicinal artificial, lo que también se denomina la patogenesia del medicamento. En esencia, es lo que cura. Aquello
que puede causar daño, cura. Cada píldora sin duda posee dos caras: es medicina
y veneno al mismo tiempo. El conocimiento de la acción de las drogas es el
estudio de la enfermedad medicinal.
Fuentes de
conocimiento sobre medicamentos
➜ Probar medicamentos en personas sanas
A priori, no es posible establecer por el medio de los hechos especulativos, infundios
o intuiciones, así como por el parecido de signaturas, el efecto terapéutico
específico de una sustancia.
Hahnemann está a la vanguardia de los
investigadores que han aplicado el experimento como una especie de pregunta
útil dirigida a la naturaleza misma.
Tal
estudio de la acción de las drogas excluye suposiciones, afirmaciones ciegas o
fantasías, todo eso es una conversación pura con la naturaleza cuidadosa y
honestamente estudiada.
Organón,
§ 144
Una forma antigua y siempre verdadera de
conocimiento es la experiencia. El
experimento confirma la experiencia y proporciona nuevos hechos. Recordemos de
nuevo el experimento de Hahnemann con la corteza de quina, que realizó él
mismo. La experiencia de la medicina fue correcta y representativa. Desde hace
mucho tiempo se sabía que la cinchona en ciertos casos ayuda con el paludismo.
Pero sólo el experimento, la experiencia en si mismo le mostró a Hahnemann la
razón por qué la cinchona ayuda normalmente. China provoca en una persona sana
cambios en el bienestar similares a los de la malaria.
Los críticos cuestionan la realidad de las
pruebas de drogas en personas sanas.
Las pruebas de la efectividad de las drogas
realizadas por P. Martini (1939) no arrojaron un resultado positivo en evaluar estadísticamente
los resultados del estudio, ya que se llevaron a cabo de manera
metodológicamente incorrecta. Los grupos de sujetos eran heterogéneos en
términos de edad y sexo. Por ejemplo, el medicamento Sepia, un remedio especialmente efectivo para la menopausia, fue
probado en mujeres jóvenes. La única mujer de 53 años dio un maravilloso síndrome
mental de Sepia que es una clara indiferencia a los problemas que la habían
preocupado antes. El sensible músico de 39 años reaccionó con un estado de
ánimo triste y lloroso, sueño inquieto y nerviosismo.
Es de destacar la conclusión de P. Martini:
“Es
de destacar que en ambas series de experimentos la frecuencia relativa de los
síntomas a potencias bajas, incluida la urtintura
(extracto alcohólico de hojas secas y en polvo), fue menor que a potencias más
altas (hasta D10). La evaluación estadística oscurece algunos síntomas
especiales cualitativamente valiosos.
Lo real que es la prueba en personas sanas
se puede ver a partir de la experiencia cotidiana. Estoy seguro de que todo el
mundo ha experimentado el efecto de
cebollas en sí mismo al pelarlas o picarlas en la cocina. El lagrimeo, la garganta irritada, los estornudos, son
síntomas inconfundibles. El efecto irritante de cebolla sobre las mucosas
nasales y oculares es una experiencia más que exacta. También de una manera
cierta la coriza catarral se acompaña por una irritación similar de los ojos y
las fosas nasales.
Piensen en la primera experiencia de fumar que tuvieron algunos de ustedes incluyéndome a
mi mismo, quizás a una edad en la que todavía usaban pantalones cortos de niños.
¡Qué vértigo sufrieron, por qué estado tan miserable pasaron! Estaban blancos
como una pared. Probablemente, también hayan observado los pacientes que por alguna
razón completamente diferente experimentaron mareos y debilidad severa, y
quines estaban en una posición acostada obligada. Para ponerles nombres médicos
científicos, esto es lo que sucede con el colapso
vascular. A menudo, tales síntomas se observan en el síndrome de Meniere.
Consideremos el café, por ejemplo. Si bebe café fuerte después de un largo
período de abstinencia, entonces aparece una fuerte excitación, la sangre afluye
hacia la cabeza, el corazón late rápida y fuertemente. Por la noche, no puede
conciliar el sueño durante mucho tiempo, dando vueltas y vueltas de un lado a
otro, recordando los acontecimientos del día. Probablemente, ha conocido pacientes
que han presentado síntomas similares, con bastante frecuencia aunque no
exclusivamente eso sucede en mujeres en el período premenopáusico. En estos
ejemplos y en su propia experiencia, usted ha de convencerse de la realidad del
efecto medicinal. Acabamos de describir la experimentación medicinal de Allium cepa (cebolla); Tabacum nicotiana (tabaco); Coffea tosta (café negro). Adornado con los
nombres en latín, lo común ya se ve como algo científico. Lo cotidiano se ha
convertido en un hecho científico gracias a la generalización experimental de
la práctica. La prueba sistemática de sustancias medicinales es la misma
generalización de la práctica.
Hahnemann primero probaba medicamentos en
sí mismo y luego en los miembros de su familia. Puso al tanto del experimento a
amigos, pacientes y más tarde a estudiantes universitarios. Primero les dio la
sustancia de prueba en una dosis muy pequeña y los obligó a informar con
precisión qué síntomas subjetivos y qué signos objetivos notaba el sujeto.
Si no hubo cambios, luego de un par de días aumentaba la cantidad de la
sustancia, y así fue hasta que se desarrolló una reacción perceptible.
Hahnemann quien fue el primero en probar medicamentos en humanos dio
recomendaciones bastante precisas para realizar tales pruebas (Organón, §§
105-108, 120-153).
Actualmente, las pruebas se llevan a cabo
de acuerdo con el principio de J. Mezger (1951) y H. Schulz (1956).
➊ Sólo el encargado del ensayo sabe sobre el
fármaco en investigación. Este diseño se denomina simple ciego. Las pruebas doble
ciego están prohibidas, ya que el supervisor de trabajo es responsable de
las pruebas. Debe saber, al menos aproximadamente, cuáles son los posibles
riesgos de la prueba. El encargado del ensayo también debe anticipar la
sensibilidad individual, así como la respuesta de los sujetos al aumento o
disminución de la dosis.
➋ La prueba está precedida por períodos de administrar
placebo o su administración está prevista en el diseño del experimento. Algunos
de los sujetos reciben sólo un placebo. Todo esto aumenta significativamente el
contenido de información científica de la prueba. En este caso, es posible
separar los verdaderos síntomas causados por la droga y los que el sujeto
espera. Hahnemann anticipó muchos de los resultados de los estudios modernos
con placebo.
➌ Ya en aquel momento, en los períodos
intercalados entre el uso de drogas, prescribió azúcar de leche.
El
sujeto durante el estudio debe estar sano para evitar errores debido a los
síntomas inherentes al estado de enfermedad. Si ocurren enfermedades intercurrentes,
se saca al sujeto del experimento o se anota en el protocolo que los síntomas
de la enfermedad deben tenerse en cuenta por separado.
➍ El grupo de estudio debe ser lo más heterogéneo posible en términos de edad
y sexo para capturar diferentes susceptibilidades a la sustancia.
➎ El experimentador lleva un registro diario
de todos los cambios subjetivos y objetivos. También debe contener, si es
posible, la información sobre el lugar, tiempo, naturaleza de los cambios en el
estado de salud y su dependencia de los factores ambientales.
➏ El encargado del ensayo debe tratar de
respaldar los síntomas objetivos con estudios clínicos: VSG (velocidad de
sedimentación globular), estudios de sangre y orina, parámetros bioquímicos,
ECG, temperatura, pulso, presión arterial, etc.
➐ La Liga Internacional de Homeópatas LIGA MEDICORUM HOMOEOPATHICA INTERNATIONALIS organiza
ensayos detallados en varios países del mundo, lo que permite eliminar la
influencia de factores climáticos y raciales, resaltando más claramente el
verdadero efecto farmacológico de la droga.
➜ Datos de toxicología y farmacología
Por razones de
humanitarismo, las pruebas de drogas en personas sanas tienen ciertos límites.
El envenenamiento por sustancias tóxicas en dosis masivas o por uso prolongado
es inaceptable. Al probar medicamentos, no debemos ir más allá de las dosis subtóxicas. H. Schoeler designa
esta área como microtoxicología. En
este caso, obtenemos síntomas predominantemente subjetivos, que el sujeto
caracteriza como un cambio en el bienestar. Se saben los signos objetivos y
cambios en los tejidos a partir de los estudios toxicológicos y farmacológicos.
A partir del análisis de intoxicaciones
intencionales (medicina forense) y no intencionadas (accidentes,
enfermedades profesionales, medicina de trabajo), obtenemos información sobre
los daños en los órganos y trastornos funcionales cuando se exponen a
sustancias tóxicas. Platón nos dejó una precisa descripción de la muerte de
Sócrates, envenenado por la cicuta (Conium
maculatum).
El informe de
Platón probablemente refleja los intentos más antiguos de probar drogas en
dosis tóxicas. La parálisis que se extiende de arriba a abajo a todas las
partes del cuerpo, causada por dosis tóxicas de cicuta, no puede reproducirse
según las reglas de prueba de sustancias medicinales en personas sanas. La
imagen de una enfermedad por drogas es diversa que va desde cambios iniciales
en el bienestar, luego trastornos funcionales y orgánicos hasta la muerte.
Así, en caso de intoxicación con mercurio
por vía oral, están descritos en la medicina forense claros signos de daño en
la cavidad bucal, estómago, colon y riñones.
En la cavidad bucal se presenta la
salivación pronunciada, halitosis (mal aliento), hinchazón y ulceración de las
encías, engrosamiento de la lengua con huellas de dientes; inflamación de las
amígdalas con ulceración y pseudomembranas. Utilizamos estos signos de
toxicidad en el tratamiento de la estomatitis, amigdalitis pseudomembranosa o
difteria (Cianuro de mercurio MERCURIUS CYANATUS).
En los intestinos por el envenenamiento por
mercurio, se observa colitis ulcerosa. Se presenta con heces
sanguinolentas-mucosas acompañadas por tenesmo (sensación de que la evacuación
intestinal es incompleta acompañada por dolor abdominal tipo cólico). El cuadro
de la enfermedad a menudo se asemeja a la disentería o la colitis ulcerosa.
El
parecido es tan grande que durante una autopsia (sobre la cual escribió
Virchow) es imposible distinguir una forma severa de disentería de un
envenenamiento por mercurio.
N.
Schulz. 1956, p. 308.
Con la intoxicación crónica por mercurio
(por ejemplo, profesional), se desarrollan trastornos mentales, desde una mayor
excitabilidad con excitación motora y mental al principio hasta letargo y
demencia al final. A menudo hay temblores, parálisis flácida. La piel reacciona
con una erupción polimórfica, que recuerda a la de la sífilis secundaria, que como un mono puede simular casi todas
las enfermedades de la piel. La similitud de los síntomas de la sífilis con el
cuadro de una enfermedad medicinal provocada por el mercurio es confusa en
general. El mercurio ha sido un tratamiento para la sífilis durante cientos de
años.
Cuando
Zlatorowic, profesor en la Universidad de Viena en 1845, en una conferencia,
habló sobre los efectos del mercurio, de repente le quedó claro que su
descripción recordaba mucho a los síntomas de la sífilis. Quedó tan sorprendido
por este repentino descubrimiento que interrumpió la conferencia, regresó a casa
y comenzó a estudiar homeopatía, de la que apenas se había atrevido a hablar
antes.
Charette,
1968, p. 316.
El tema del mercurio, lamentablemente, se
puede discutir desde el punto de vista de los llamados efectos secundarios. Si el espectro de acción de los medicamentos
se hubiera descrito de manera oportuna, los farmacólogos no lo
malinterpretarían como una enfermedad causada por medicamentos.
Los efectos secundarios de las drogas
pueden depender de tres factores.
➊ Son cuanto mayores y más pronunciados, tanto
se excede la dosis tóxica de la droga;
➋ Dependen de la
sensibilidad de los pacientes (idiosincrasia, alergias, lesiones previas);
➌ La acción de las drogas es de naturaleza mucho más
amplia que las indicaciones para su uso que han sido desarrolladas por las
personas (el efecto medicinal previsto).
Al darse cuenta de esto, Hahnemann, el
único en aquella época, tomó las siguientes medidas:
1) Redujo al mínimo la dosis del medicamento;
2) comenzó a seleccionar la dosis mínima, teniendo en
cuenta la sensibilidad individual del paciente;
3) empezó a comparar la imagen de la acción de las
drogas (patogénesis) con la totalidad de los síntomas y signos de la
enfermedad.
Así se complementó la regla de la semejanza. La similitud parcial, e.d. la similitud aparente, no es suficiente
para el principio de la terapia homeopática. Por ejemplo, el cuadro externo de
muchas inflamaciones de las amígdalas corresponde en gran medida al que
observamos con el envenenamiento con mercurio por la boca que es la inflamación
con supuración y formación de pseudomembranas. Sin embargo, sólo con un estudio
toxicológico sutil con una prueba del efecto de la droga en personas sanas, se
revela la imagen real, que es necesaria para la selección de drogas. La imagen
real se llama así porque refleja la influencia de las características
individuales en el curso de la inflamación de las amígdalas.
La angina, para cuyo tratamiento se pueden
usar preparaciones de mercurio, debe tener las siguientes características:
a) cambios locales correspondientes al cuadro de los
efectos tóxicos del mercurio;
b) dolor compresivo y punzante; dolor a la palpación
del cuello; mal aliento;
c) transpiración, que no alivia el estado patológico
con abundante sudor pegajoso;
d) empeoramiento nocturno, especialmente acompañado por
sensación de miedo;
e) reacción negativa a los procedimientos térmicos
como compresas de calentamiento o alta temperatura en la habitación. Sin
embargo, el frío también se tolera mal y las fluctuaciones extremas de temperatura
también se toleran mal.
Con este ejemplo, evaluamos el valor de
probar medicamentos en personas sanas y observar a las personas enfermas que
reciben estos medicamentos. Sólo el efecto terapéutico permite juzgar la
elección correcta del medicamento y aclarar sus propiedades, y no los signos
toxicológicos graves.
➜ Uso de medicamentos en pacientes
Además de confirmar el éxito de la
homeoterapia y comprobar la regla de la similitud, la observación de la acción
de los fármacos en los pacientes proporciona información adicional sobre la
patogenia de los fármacos.
Ejemplo. Para el acné conglobata (una forma rara de acné que se caracteriza por la
evolución de los comedones a abscesos que curan dejando cicatrices evidentes,
incluidas las queloides), el paciente está recibiendo Brom (Bromium). La oportuna administración de Brom en algunas formas de acné está indicada en relación con los
datos toxicológicos y resultados del uso de bromo en pacientes. En el pasado,
el bromo se ha utilizado durante mucho tiempo y en grandes dosis en la
epilepsia debido a su efecto sedante. Al mismo tiempo, se observó el efecto secundario en forma de acné.
El acné en nuestra paciente desapareció
rápidamente. Sin embargo, continuó tomando la droga, lo que la ayudó mucho,
como dijo, para tener un efecto más seguro. Cuatro semanas más tarde volvió con
una queja de dolor punzante en las yemas de los dedos. Durante el examen
externo, las yemas de los dedos no se presentaron alteraciones visibles, no se
encontraron indicios de trauma, se conservó la movilidad. Sin embargo, los
sentimientos subjetivos de la paciente veraz no podían ser ignorados. En T. F.
Allen (1976, Vol. II, p. 244, Symptom 660) se encontró la evidencia de que el
bromo causa dolor punzante en los dedos. Entonces todo quedó claro. Tomando
bromo durante mucho tiempo, la paciente probó accidentalmente el medicamento en
sí misma y provocó este síntoma. Después de la supresión de tomas de bromo, el
dolor desapareció después de 8 días.
Al analizar los
resultados del tratamiento (principalmente en bovinos y caballos pura sangre),
teniendo en cuenta el costo y el beneficio, se obtienen datos de importancia
científica. En esta área, los argumentos de los opositores a la homeopatía
sobre la influencia sugerente y efecto placebo de la terapia homeopática
son simplemente ridículos. El estudio de la acción de los fármacos en el
tratamiento de los animales aporta una información muy valiosa, ya que la
opinión subjetiva del paciente se
manifestará en nada más que un movimiento de cola. Una mejora objetiva en el
estado del animal demuestra la eficacia de la terapia. La psicoterapia no tiene
nada en absoluto que ver con eso. En un experimento doble ciego, Wolter
(co-autor K. N. Gebhardt, 1980) pudo probar el efecto diferenciado de Caulophyllum D30 en cerdos de labor de parto
y el efecto de Flor de Piedra en
vacas en proceso de parto.
El autor de estas
líneas pudo comprobar la efectividad de administrar los remedios homeopáticos
en gatos y perros, debidamente comprobada por el profesional, quien por años
fue su médico veterinario tratante. Éste afirmó que los pacientes reflejaban un estado de bienestar y especialmente
tranquilidad en su conducta. Muchos homeópatas son escépticos acerca de la
experimentación con animales, creyendo que los humanos abusan innecesariamente
de su poder. Según informes, millones de animales son sometidos a experimentos
dudosos. Los responsables de esto guardan silencio.
➜ Patrón de acción del fármaco
(patogénesis del fármaco)
Ya hemos
utilizado la expresión imagen de la
acción de las drogas. Suena extraño para muchos, ya que en la farmacología
de los alópatas en cuya área de influencia vivimos no se usa la combinación de
las palabras droga e imagen. A partir de la medicina interna
y farmacología convencional, se conoce el concepto de cuadro de enfermedad como conjunto de síntomas.
Habiéndonos
familiarizado con las cuatro fuentes de conocimiento de la acción de las
drogas, hemos evaluado la importancia de cada una de ellas. La información
obtenida en conjunto ayuda a proporcionar una imagen completa de la acción de las drogas, es decir, la totalidad de los síntomas causados por
la droga. Este es un concepto
fenomenológico. Para describir y comprender esta totalidad, no basta un
modelo teórico de causa y efecto. El
médico moderno, por desgracia, sólo está familiarizado con las relaciones de
causa y efecto de las ciencias naturales experimentales. Sin embargo, ahora se
hace evidente que estamos perdiendo posibilidades esenciales de cognición,
empobreciéndonos, si nos olvidamos de los miles de años de esfuerzo de las
personas por resolver problemas filosóficos. La universidad se ha convertido en
una institución educativa que no proporciona conocimientos universales. La
biología materialista de las ciencias naturales de los siglos XIX y XX también
limitó la medicina a problemas físicos, causales y experimentales.
Sin embargo, lo
espiritual nuevamente comenzó a penetrar por la puerta trasera a la medicina
oficial. Todo lo espiritual, inexplicable desde el punto de vista de la
causalidad, es un fenómeno. La
relación de similitud entre el cuadro provocado por el remedio y el cuadro de
la enfermedad es igualmente inexplicable desde posiciones convencionales.
Con una relación
causal, hay una relación: si – entonces
(if, then…). Si la imagen de acción de las drogas y la imagen individual de la
enfermedad son similares, entonces es probable que esta droga pueda curar esta
enfermedad.
Para ser académicamente
estrictos, casi nunca existe una relación causal estricta a nivel biológico. Se
puede decir aún más que las leyes clásicas de la física, a pesar de su
precisión, están en gran medida limitadas
por las condiciones, es decir, son relativas.
La ley de la gravitación opera estrictamente en el espacio sin aire. Sin
embargo, un experimento biológico no puede llevarse a cabo en el vacío. Cada
intento de tratamiento es un experimento con condiciones muy difíciles. A
menudo estos se quedan fuera de la vista sin respetar la regla de similitud.
Con base en la definición de la homeopatía como una terapia reguladora, esta
regla puede entenderse. Un estímulo terapéutico debe ser similar a un estímulo mórbido
para cambiar los centros de regulación.
Así, la relación
de similitud entre el cuadro de la acción de las drogas y el cuadro individual
de la enfermedad corresponde a la lógica científica. G. Waug (1969) justificó
la regla de similitud con una hipótesis de trabajo de regulación cibernética. De acuerdo con la regla de similitud, se
comparan dos poblaciones, por lo que es necesario combinar toda la información
individual sobre el efecto del fármaco en una imagen de la enfermedad medicinal
(patogénesis de los fármacos).
Así, como el
remedio se convierte en una individualidad que actúa holísticamente.
Pensamientos similares sobre las drogas fueron expresados aún por Paracelso. En
el lenguaje profesional de los homeópatas actuales, el concepto de identidad de
la acción del remedio y de las manifestaciones de la enfermedad los lleva a hablar
de una mujer del tipo Pulsatilla, un
niño del tipo Calcium carbonicum, un tos
coqueluche tipo Hyoscyamus o miedo de tipo Arsenicum
album. La comparación fenomenológica muestra que ciertos tipos humanos
encajan particularmente bien en el cuadro de la acción de las drogas. El nombre
de la enfermedad del fármaco se utiliza para determinar el tipo. Estamos
hablando del tipo Nux vomica, el tipo
Phosphor, etc.. Cabe señalar que sólo
ciertos medios de acción profunda resisten la comparación de tipos. Estas son,
en primer lugar, aquellas sustancias que son el principal material de
construcción del cuerpo.
En las obras de
Hahnemann, la expresión imagen de la
acción de las drogas aún no existía. Él escribió:
La totalidad de todos los elementos de la enfermedad
causada por la droga se conoce sólo a través de observaciones repetidas de
muchas personas de ambos sexos.
Organón, § 135.
La totalidad de todos los elementos de la
enfermedad causada por el fármaco, esta frase debe destacarse y considerarse. La totalidad es algo más que la suma de las partes individuales.
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© Nikolai Barkov, 2023
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