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Aquí continúo el tema iniciado en el post anterior RECURSOS VITALES PERSONALES sobre los recursos internos y su ausencia.

 

Imaginemos un ejemplo de la vida real. Digamos que una mujer, o si quiere imagine un hombre, tiene empleo, vivienda, algunos amigos, a veces amantes, pero está muy insatisfecha consigo misma. Le gustaría ganar más, pero no hay perspectivas ni fuerzas para buscar un nuevo trabajo. Ella escucha acerca de algunas personas de voluntad férrea que elaboran currículums vitae, van a entrevistas, reciben educación adicional, dominan programas de computación e idiomas extranjeros, asisten a conferencias y presentaciones, hacen amistades, por lo que su situación nunca es tan deplorable como la de ella. Es decir, ellas nunca tienen un trabajo mal pagado, compañeros molestos y un jefe insolente, y cero ofertas de otro posible empelo.

 

También le gustaría cuidar su salud y apariencia. Le gustaría perder peso, reforzar los músculos, curar un poco su hígado, así como la piel y cabello. En cambio, sólo come alimentos poco saludables, casi nunca sale y ni siquiera hace ejercicio. Tampoco puede dejar de fumar y comenzar a acostarse temprano. Las costosas cremas faciales compradas con el último dinero en un arrebato de optimismo se echan a perder porque no tiene fuerzas para usarlas regularmente. Lo mismo sucede con los suplementos nutricionales, vitaminas, oligoelementos y productos saludables. Cuando llega a casa del trabajo, quiere abrir una caja de pasteles que compró en el camino, encender la computadora y meterse de frente en Internet, y no prepararse ensaladas saludables, hornear pescado y recibir masajes.

 

Ella sabe que necesita todo esto, pero todo eso es increíblemente aburrido para ella y así no tiene fuerzas para hacerlo. Quiere morirse de inmediato pensando en ello, aunque todos los días se promete a sí misma a comenzar una recuperación completa de su cuerpo a partir de mañana. Ella entiende que con tal estilo de vida, mañana será peor que ayer, su reflejo en el espejo se vuelva más feo, su estado de ánimo se deteriorará, aumentará el odio hacia sí misma. E incluso las visitas a las comunidades de mujeres, donde las mujeres se inspiran mutuamente diciendo que no deberían ser objetos sexuales para los hombres y pueden lucir como ellas quieran no ayudará a mermar tal animadversión hacia ella misma. La mujer se sentirá ofendida y avergonzada de estar arruinando su salud, pero no tendrá la fuerza suficiente para levantarse, alejarse de la computadora e ir a tratar en la pista en un spa por la noche. Parece que incluso ni un arma en su sien no la haría superarse a sí misma.

 

Para ella es bastante detestable estar en casa donde hay mucha basura, polvo y cosas innecesarias. Pero la limpieza general requiere fuerza, que no la hay. Y el mínimo de inspiración, tampoco la hay. Ella envidia a las mujeres de voluntad férrea quines de alguna manera milagrosa saben cómo encontrar placer en limpiar la casa, en hacer ejercicios y en cocinar. Aquellas mujeres son hermosas, sus casas son bellas, sus vidas son bonitas. Todos los días, nuestra mujer se regaña a sí misma por la pereza y falta de voluntad y espera romperla algún día. Por maldecirse a si misma, el estado de ánimo se deteriora aún más y ella quiere navegar en Internet, chatear con alguien en las comunidades, jugar, leer o ver algo. Navega por Internet hasta casi la madrugada, y cada mañana se regaña a sí misma por quitarle a su salud horas preciosas de sueño, gastándolas en todo tipo de cosas sin sentido. Pero cada nueva tarde, incluso la noche, ella no tiene fuerzas para desprenderse de la pantalla de la computadora o del teléfono y apagarlos. Ella quiere un poco más de emoción. Ella se mueve en busca del deleite de página en página con la esperanza de encontrar algo que la entretenga antes de irse a la cama.

 

Por supuesto, la satisfacción del hambre emocional nunca llega. La cabeza simplemente comienza a apagarse y ella procura a dormir. Cuando se reúne con amigos los sábados o viernes, siempre bebe demasiado, y no le queda del todo claro por qué sucede esto siempre. Ella sólo quiere ingerir una bebida ligera sólo para animarse un poco. Sin embargo, algo le pasa a ella que toma un cóctel extra o una porción extra de cerveza, y luego otro y otro. Como resultado, se siente enferma a la mañana siguiente, tirada como un cadáver todo el domingo. Y lo que es más importante, está locamente avergonzada de su comportamiento en la fiesta y se maldice a sí misma por su incapacidad para reducir la velocidad. Los amantes que se le aparecen de vez en cuando sólo le traen problemas. Todos la tratan como si ella debería estar agradecida por el sexo, aunque ellos mismos no son nada. Al ver todo esto y odiando al consecutivo amante por lo mismo, ella, sin embargo, no puede dejarlo ella misma. Y si lo abandona de repente, inmediatamente se arrepiente e intenta renovar la relación. Cuando la dejan a ella, ella lo sufre cada vez como si fuera un padecimiento, llora mucho, fuma mucho, se queja mucho con sus amigas. Y ellas en respuesta la aleccionan groseramente, de lo cual ella empieza a odiarlas a las amigas, pero lo esconde y no reclama nada a nadie porque tiene miedo de quedarse a solas con su desgracia y no poder hacerle frente. Soñaría con soportar todas las dificultades por su cuenta, pero no tiene la fuerza necesaria para esto.  Me detendré aquí por ahora.

 

Vemos a muchas personas así a nuestro alrededor y hasta a nosotros mismos. Con muy raras excepciones, nos comportamos a veces así o algo parecido. Al salir de tal estado, las personas, por regla general, olvidan sus experiencias y con gusto dan consejos a otros que están en un pozo de agotamiento de recuperarse rápidamente y a comenzar a atenderse a si misma. También se dicen frecuentemente las palabras de que necesitas esforzarte y sacar fuerzas de flaqueza. Es importante entender algo: todo lo que se recomienda refiriéndose a recuperarse, atenderse y a sacar fuerzas, todo eso son los recursos internos, también llamados el potencial interno. Esta es precisamente la reserva de energía que no está disponible cuando no hay fuerzas para cambiar. Es cuando no hay fuerzas para cocinar comida normal, no hay fuerzas para dejar el alcohol y el cigarrillo, no hay fuerzas para limpiar la casa, no hay fuerzas para la educación física, no hay fuerzas para enviar bien lejos a un amante insolente y a rechazar las sermones de una amiga, no hay fuerzas para buscar un nuevo empleo. Es cuando no hay fuerza ni para simplemente tomar las vitaminas previamente adquiridas por una cantidad sustancial de dinero. Es decir, cuando no hay fuerza ni para lo mínimo imprescindible. Cuando no hay fuerzas para nada, no sirven los consejos de imponer y manifestar su voluntad. Es decir, se puede aconsejar, como no, pero no hay nada que imponer en absoluto. En el caso de las personas que llevan mucho tiempo un estilo de vida nocivo, no estamos ante la energía cero, sino ante su manifestación con signo menos. Por lo tanto, todo lo que se pueda recolectar del fondo del barril se engullirá de inmediato y esto no satisfará toda el hambre.

 

Echemos un vistazo más de cerca a lo que los sabios consejeros y su propio indignado super Yo le sugieren a la mujer exhausta a practicar.

 

¿Qué estás haciendo contigo mismo? ¡Levántate!

 

Reúne fuerzas en el fondo del barril y gástalas… ¿Pero gastarlas en qué? ¿Gástarlas dónde? ¡Gástalas e inviértelas en tu futuro!

 

En el futuro, la mujer agotada se volverá más delgada, más saludable, quizás más feliz, y por lo tanto ahora, en el presente, debe juntar su voluntad y quitárselo de la boca la bolsa de papas fritas y la serie de televisión. Es decir, desgajar un pedazo de energía de sí misma.

 

Una bolsa de papas fritas y una telenovela son los únicos remedios antiestrés disponibles para ella en este mismo instante con lo que el sistema nervioso puede relajarse y la mujer se siente... no, no muy bien que digamos, pero tolerable, y hasta a veces incluso no tan mal.

 

Si deja las papas fritas, apaga la serie de televisión y va a la cocina a preparar la comida saludable que es bastante insípida para el cuerpo que durante mucho tiempo ha sido reestructurado para consumir alimentos grasos, muy salados y dulces. Y configurarlo de una manera diferente toma semanas de actos volitivos que requieren mucha, pero mucha energía. Todos esos cambios harán a la mujer agotada  experimentar mucho estrés. Cada acto volitivo, incluso el más pequeño, es decir, de corta duración, requiere algo de energía, la cual existe en como los recursos internos), o debe recogerse literalmente del fondo de un barril. Pero los depósitos de la persona que ha existido durante mucho tiempo sin recursos internos, es decir, sin bolsas de suministros, se han vaciado cien veces. No queda más nada allí. ¿Dónde lo tomamos?

 

Los ricos son propensos al ahorro y los pobres son propensos al despilfarro. Es un hecho bien conocido. Los préstamos exorbitantes con interés compuesto, pequeñas cantidades que se pueden obtener rápidamente, pero que deberán devolverse 200 veces más, son relevantes solo en países donde la población está económica y energéticamente agotada.

 

¿Cómo pueden comprar un teléfono a crédito?, los ricos se quedan perplejos. 

 

¿Qué tonto frívolo hay que ser para no entender que es más razonable aplazar la compra y ahorrar tres meses en lugar de dar el doble por un capricho momentáneo?

 

Con esto, los ricos afirman una verdad conveniente para ellos mismos de que los pobres mismos tienen la culpa de ser menesterosos. Ellos simplemente no quieren ahorrar, sino que quieren dilapidarlo todo.

 

¡Tú vives al día!, es una acusación que se lanza fácilmente a la cara de las personas que no saben cómo ahorrar ni dinero ni energía. Sin embargo, más a menudo detrás del hábito de vivir al día, no hay ligereza. Cada persona haría reservas para el futuro si hubiera algún excedente en el presente. Lo principal que hay que entender es que comer se refiere no sólo a la comida, sino en mayor medida a la energía necesaria para aliviar el estrés acumulado, que es un estado de ánimo doloroso e insoportable, bien conocido por las personas agotadas, pero olvidado de inmediato cuando éstas se vuelven a la normalidad. Si se entiende esto bien claro, entonces también se puede entender la razón por la cual las personas pobres están dispuestas a pedir un préstamo para obtener un celular ahora mismo y no en algún día de mañana. Se entiende por qué esas personas están dispuestas a comprar un montón de cosas baratas en lugar de una de alta calidad ya que las compras de gangas le proporcionan muchos actos de placer en lugar de uno sólo. Se entiende por qué las personas cuya vida es mala, no se deciden y no pueden salir fuera del círculo vicioso delimitado por un estilo de vida nocivo - agravamiento del estrés - un estilo de vida nocivo. Sí, un estilo de vida dañino en sí mismo genera estrés en el futuro, pero en el presente puede ser el más económico porque para cualquier esfuerzo de recuperarse, atenderse y a sacar fuerzas, y los demás actos volitivos por más pequeños que sean, necesita un suministro de energía, un suministro que no existe.

 

Las formas de salir del círculo vicioso se discutirán en detalle en la próxima entrega. Pero en general, ésas son lógicas.

 

★Primero, la energía debe obtenerse de alguna parte. No buscarla dentro de uno mismo por que no está allí, sino que buscarla en algún lugar fuera.

 

★En segundo lugar, la energía debe invertirse correctamente para así obtener ganancias e invertir nuevamente.

 

★En tercer lugar, hasta que no haya ganancias suficientes, es necesario proporcionarse a si mismo un régimen antiestrés.

 

★En cuarto lugar, es necesaria una plena conciencia del proceso de cómo se sale del pozo de agotamiento. Y la conciencia es la única garantía de que el proceso se desarrollará como debería.

 

Con la acumulación de cierta cantidad de energía y con la salida de los sistemas patógenos, el deseo por consumir cosas dañinas como fuentes rápidas de energía desaparece por sí solo. Así el cuerpo tiene la oportunidad de cuidarse a si mismo no sólo en el momento presente, sino también en el futuro. Es decir, él mismo comienza a ambicionar por un estilo de vida saludable, alimentación saludable, relaciones saludables y actividades productivas.

 

Todo eso sucede por sí mismo, pero para eso se necesita los recursos internos. Es entonces es cuando llega el momento a partir del cual será posible navegar hacia adelante, repostar a tiempo, reparar rápidamente averías menores y sortear escollos frente a la costa para no encallar y no volver a caer en el agujero negro sin energía de nuevo.

 

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© Nikolai Barkov, 2023