LOS TRES CEREBROS DE MCLEAN

 

 



 

MÁS SOBRE EL TEMA:

 

SOBRE EL LIBRO "EL CEREBRO DE BUDA"

SALIR DEL AGUJERO SIN ENERGÍA

UNA FÁBULA SOBRE LA HORMIGA Y EL ELEFANTE

MÉDICOS HALLARON UN MÉTODO ANTIDEPRESIVO MEJOR QUE LAS DROGAS

CUANDO ESTÁS HECHO POLVO

RECURSOS VITALES PERSONALES

EXCESIVA IMPORTANCIA. ¿POR QUÉ Y CÓMO DEJAR IR UN ANHELO?

¿QUÉ NECESITA SABER SOBRE LOS ATAQUES DE PÁNICO?

TRAUMA DE UN NIÑO NO AMADO O 5 PASOS PARA PERDONAR A TUS PADRES

CÓMO SALIR DEL HUECO DE LA VIDA

¿QUÉ HACER EN LOS TIEMPOS DIFÍCILES?

¿QUÉ DEBE HACER UNA PERSONA PARA DESHACERSE DE LA ANSIEDAD Y LA INSEGURIDAD?

PSICOLOGÍA DEL ÉXITO

3 INDICIOS DE QUE UD. ESTÁ DESPERDICIANDO SU VIDA

ÉXITO EN LA VIDA

 

¿Por qué las señales no verbales son consideradas más fiables que las palabras? ¿Por qué a menudo nos entusiasmamos con alguna idea, pero nos desvanecemos cuando se trata de implementarla? ¿Por qué nos juntamos en las redes sociales en lugar de limpiar el apartamento? La teoría nos ayudará a responder estas y otras preguntas prácticas. Y para ser más precisos, la teoría de Paul D. MacLean, según la cual una persona puede tener no uno, sino tres cerebros.

 

En el artículo, todos los temas se consideran desde el punto de vista de la psicología práctica. La estructura del cerebro desde el punto de vista de la neurobiología queda fuera del alcance del material.

 

Los tres cerebros de McLean: reptiliano, límbico y neocórtex

 

Según la teoría de McLean, nuestro cerebro se puede dividir en tres componentes, o tres capas, cuyo surgimiento está asociado con el proceso evolutivo del ser humano.

 

❶ ➙ El primer cerebro es reticular, también conocido como reptil. Es el más antiguo de todos los cerebros y ya estaba en los antiguos reptiles, de ahí su nombre. Es responsable de las funciones básicas necesarias para la supervivencia, como los reflejos condicionados e incondicionados, el deseo de satisfacer las necesidades básicas (alimentación, reproducción, autoconservación y protección, etc.). El cerebro reptiliano está en guardia y nos protege cuando necesitamos nuestros reflejos incluso al nivel de toco caliente – retiro la mano. Prácticamente no tenemos ningún control conciente sobre él.

 

❷ ➙ El segundo cerebro es límbico o emocional, también se llama a veces el cerebro de los mamíferos. Recibió el último nombre por lo que lo tienen los representantes de esta clase del reino animal. Es el responsable de las emociones, de relaciones sociales, etc. Tampoco podemos controlarlo, mientras que él nos puede controlar mucho. El cerebro límbico ve su tarea como protegernos del peligro y satisfacer los requisitos básicos, sólo que no a nivel físico, sino a nivel emocional. Busca el placer inmediato y no le gusta que nos esforcemos a menos que esto nos amenace.

 

❸ ➙ El tercer cerebro es la neocorteza o neocortex. También se le llama el cerebro visual. En algunos animales como por ejemplo, los delfines, también está presente, pero en menor medida. En humanos la neocorteza constituye una proporción impresionante de la corteza cerebral. La nueva corteza es responsable del pensamiento, del habla, de la percepción sensorial, del desarrollo intelectual, de la autoconciencia y de la inteligencia. Este cerebro no sólo piensa en el momento actual, sino también a futuro. Gracias a él hacemos planes, soñamos, etc. Podemos controlar la neocorteza, pero esto no siempre nos ayuda.

 

Tres Sistemas Cerebrales o Comunicación Verbal vs No Verbal

 

Volviendo otra vez a la pregunta del inicio. Por ejemplo, ¿por qué se dice que las señales no verbales son más confiables que las palabras? Porque el cerebro límbico es el responsable de las señales no verbales y el neocórtex es responsable de las palabras. Como dijimos anteriormente, el neocórtex está bajo nuestro control voluntario, mientras que el cerebro límbico prácticamente no lo está. Por lo tanto, si una persona responde positivamente con palabras mientras que sus gestos dan una respuesta negativa, esta es una buena razón para dudar de la veracidad del discurso.

 

La capacidad de leer los gestos de otras personas es sin duda una habilidad útil que nos puede proporcionar mucha información útil. Sin embargo, en cualquier buena publicación dedicada a este tema, definitivamente resaltarán que no se debe poner etiquetas a una persona antes de conocer todas las circunstancias. Por ejemplo, se cree que si la persona se toca la nariz, está mintiendo. En algunos casos esto es cierto, no obstante son posibles otras opciones. Digamos que hace 5 minutos esta persona de repente comenzó a sangrar por la nariz, y ahora instintivamente verifica si todo está en orden.

 

Cerebro límbico versus neocórtex

 

En cuanto a la procrastinación, el miedo a lo nuevo, así como al entusiasmo en la teoría y el no hacer nada en la práctica, todas éstas al igual que otras situaciones similares están unidas por la franca pugna entre el neocórtex y el cerebro límbico. Recordemos que a este último no le gustan los cambios, por ende, él busca protegernos de traumas emocionales y prefiere los placeres momentáneos. Por lo tanto, a menudo posponemos las tareas que ya nos han llevado al fracaso en el pasado y esto es el mecanismo de cómo el cerebro límbico nos protege de las emociones desagradables. Por eso, a veces nos cuesta tanto salir de la zona de confort. Nadie sabe lo que puede esperarse allí afuera, y el cerebro límbico nos indispone de antemano contra ese paso y contra los cambios incluso los positivos.

 

A la confrontación límbica versus neocórtex está vinculado el hecho de que a menudo nos hacemos promesas a nosotros mismos y luego no las cumplimos. La realidad es que las promesas, metas y planes son prerrogativa de la neocorteza. Pero todo esto conduce a cambios y/o retrasos momentáneos del placer, lo que provoca una protesta del sistema límbico del cerebro. ¿Qué quieres más ahora mismo: ver una serie de televisión o arreglar la habitación? ¿Comer comida sana y aburrida o darte un festín con pizza y pastel de chocolate? El cerebro límbico entra en huelga y la mayoría de nosotros sucumbimos a sus provocaciones de una forma u otra. Es por eso que navegamos por la red con los chips en la mano en lugar de limpiar y hacer dieta.

 

Por otro lado, el neocórtex es capaz de inspirarnos, contagiarnos de entusiasmo para que empecemos a hacer algo, y este sentimiento se extiende al cerebro emocional. Pero cuando el entusiasmo e inspiración se desvanecen, el sistema límbico recuerda que ya es la hora de relajarse y nos sentimos nuevamente atraídos por los placeres momentáneos. Es por eso que el inicio alegre vuelve una vez más a la misma procrastinación y a no hacer nada.

 

Teniendo en cuenta que el cerebro límbico es responsable de las emociones y la nueva corteza es responsable de la lógica, la confrontación entre estos dos sistemas también se puede rastrear en situaciones en las que la persona con la mente entiende qué es lo que pasa, pero con el corazón lo siente de manera diferente. Sólo en este contexto la frase debería sonar: Lo que yo entiendo yo lo entiendo con el neocórtex, pero el sistema límbico me hace pensar diferente.

 

¿Qué conclusión se puede sacar?

 

Todo lo descrito anteriormente no significa que lo único que nos quede es dejarse llevar por la rienda del cerebro límbico. Es sólo que para lograr más éxito en menos tiempo, vale la pena considerar esta contradicción. Una de las recomendaciones más comunes es calmar el cerebro límbico si es posible, no llevarlo al pánico. Por ejemplo, es precisamente debido a sus señales negativas es que muchos de nosotros no podemos empezar una nueva vida desde el lunes o desde el 1 de enero. Los cambios repentinos y el miedo al fracaso no le agradan en absoluto al cerebro límbico. Y no todo el mundo tiene la fuerza de voluntad para resistir sus dictamines.

 

Por lo tanto, a menudo es mucho más efectivo salir de la zona de confort gradualmente y también lidiar gradualmente con la procrastinación. Si, por supuesto, tiene usted las oportunidades adecuadas para esto. Los pequeños pasos no provocarán una protesta tan emocionalmente vívida del sistema límbico. Además, los cambios menores suelen implicar el establecimiento de objetivos que se pueden lograr a corto plazo. Por ejemplo, aprender 10 palabras extranjeras nuevas todos los días. Si lo logra, será una excelente motivación para seguir avanzando en la dirección elegida. Mientras que los objetivos a largo plazo como aprender un idioma extranjero no darán resultados rápidos, lo que significa que no se convertirán en un ejemplo motivador para el cerebro límbico, porque él lo quiere son las emociones positivas aquí y ahora, y no en el futuro.

 

 

El cerebro reptiliano, adormecido pero no olvidado

 

Volvamos al cerebro reptiliano. En el mundo moderno, éste nos protege, pero está lejos de estar completamente activo. Su mayor actividad era necesaria cuando una persona sobrevivía en la naturaleza severa en condiciones adversas. Ahora ciertamente lo necesitamos también, pero no le corresponde la misma cantidad de trabajo como antes. Mientras tanto, a veces su funcionamiento demasiado activo puede conducir a problemas psicológicos. Por ejemplo, a veces es a él a quien le debemos fuertes miedos, sensación de la ira que todo lo consume y otros sentimientos extremadamente impresionantes, pero no siempre productivos.

Si le gustó el artículo, apoya al autor presionando  y suscríbase a mi blog Éxito y Balance  para no perder nuevas entradas interesantes.

Comparte sus experiencias y opiniones en los comentarios, su opinión es importante para mí. ¡Les deseo un hermoso día!

© Nikolai Barkov, 2023 

 

Comentarios

Entradas populares

PERSONALIDAD TIERRA YIN 己

Shilajit (mumie, moomiyo, mummiyo, moomiaii): El Secreto Milenario de la Vitalidad

BALANCE DE TEMPERATURA O EL FRÍO Y EL CALOR EN LA CARTA BAZI

PERSONALIDAD METAL YIN 辛

RELACIONES CODEPENDIENTES: QUÉ SON Y CÓMO SALIR DE ELLAS