No cualquier tiempo es adecuado hacer preguntas al Oráculo. Existen momentos cuando en lugar de preguntar mejor abstenerse. Si crees que la adivinación es un pecado, definitivamente no deberías preguntarle nada al oráculo. Tampoco deberías adivinar a quienes así lo creen. La adivinación en sí misma no es un pecado, pero si tienes dudas sobre si la persona se sentirá seguro después de la sesión, probablemente no deberías adivinar.   Tradicionalmente, los Cambios de Zhou o el Libro de los Cambios como lo conocemos en Occidente es un medio para resolver dudas. Es decir, puedes recurrir a él si planteas varias opciones de acción, pero no puedes elegir cuál seguir.   Esto es lo que se dice en los propios “ Cambios ” sobre los casos en los que la adivinación no puede traer beneficio alguno:   No soy yo quien busca al joven necio, el joven necio me busca a mí. Al primer oráculo doy razón. Si pregunta dos, tres veces, es molestia. Cuando molesta no doy informa