PSICOLOGÍA DEL ÉXITO

 




La gran mayoría de la gente quiere tener éxito. Y usted, querido lector, estoy seguro, no es una excepción. Pero como ya lo sabe, no muchos llegan al éxito en esta vida, porque para lograrlo necesita saber sintonizarte con él. Y para sintonizarte con él, necesita desarrollar en usted la psicología de una persona exitosa, la psicología de un ganador, cuyos ojos arden cuando se esfuerza por algo y que nunca se da por vencido. Todo, mis queridos lectores, absolutamente todo comienza por la psicología. Es decir, es en su cabeza donde se origina el camino hacia el éxito.

 

Para empezar, analizaremos qué significa tener la psicología de una persona exitosa. ¿De qué se trata? ¿Qué es la psicología del éxito? Eso es el estado del cuerpo y mente en el cual se encuentra una persona cuando logra obtener un éxito impresionante en la vida, valga la redundancia. Este es un estado de euforia, un estado de autosatisfacción absoluta, un estado de ganador. Esto es confianza absoluta en uno mismo.

 

Ahora, haga el uso de memoria y recuerde cómo se sintió cuando logró al menos algo de éxito, al menos en algún asunto en particular. ¿Ha tenido victorias, logros en su vida, cuando usted mismo y otras personas estaban encantados con usted? Estoy seguro de que sí lo estaban. Recuerde sus victorias y logros y recuerde el estado emocional que experimentó en ese preciso momento. Eso es lo que es, es la psicología del éxito.

 

Pero, la conclusión es que usted puede permanecer en este estado, independientemente de cómo se desarrolle su vida. Y esto es lo más interesante. Es posible que no tenga usted éxito, pero aún así tenga la psicología de una persona exitosa, sintiéndose como un ganador antes de que realmente gane. Y que gracias a este sentimiento de la victoria, gane y triunfe. Es decir, su condición emocional previa puede llevarlo a los resultados reales. En otras palabras, la psicología del éxito motiva a una persona al éxito. Más precisamente, motiva a una persona a tomar las acciones que necesita tomar para lograr lo que quiere lograr.

 

Independientemente de lo que usted entienda por éxito, sin importar si para usted personalmente el éxito es obtener riqueza, poder, fama, otros beneficios materiales, lograr resultados deseados en algún asunto, elevar su estatus en la sociedad, o cumplir sus deseos y alcanzar las metas, para todo esto se necesita hacer ciertos esfuerzos. Es decir, no sucede que haga clic con los dedos un par de veces e inmediatamente obtenga el resultado deseado. No existen tales leyes en el Universo que le permitan a una persona lograr algo sin ningún tipo de esfuerzo. Y si existen tales leyes, entonces nosotros en lo particular no los conocemos.

 

Por lo tanto, si mira a las personas exitosas, verá que todas ellas sin excepción han hecho y continúan haciendo ciertos esfuerzos para seguir siendo exitosos. Estos esfuerzos son la lucha de la persona contra las circunstancias, con otras personas y hasta consigo misma en lo que a la apatía y flojedad se refiere. Nada se puede lograr en esta vida sin lucha. Y esta lucha comienza por tener una opinión positiva sobre si mismo y con actitud objetiva hacia usted mismo. Es decir, comienza con la psicología. Su psicología.

 

Dos tipos de personas

 

En general, podemos hablar de dos tipos de personas. Los primeros se sienten ganadores y adquieren confianza en sí mismos cuando les va bien en la vida, mientras que para los segundos, por el contrario, la vida se desarrolla bien porque ellos tienen confianza y se sienten ganadores. En el segundo caso, las personas tienen la psicología del éxito, piensan bien de sí mismas, se tratan bien, tienen confianza en sí mismas y se consideran ganadoras, sin importar cómo les vaya en la vida. En el primer caso, el estado interno de las personas depende mucho de las circunstancias, de lo externo. Ellos le otorgan mucha importancia a la opinión de los demás respecto a sí mismos. Les preocupa mucho de que algo no les salga bien. Tienen miedo a equivocarse. Tienen miedo a las críticas, tienen miedo de no ser como los demás. Este es el estado de una persona débil, completamente dependiente de las circunstancias. Es casi imposible de lograr éxito en tal estado. Por lo tanto, tal dependencia de lo exterior debe conciente y cuidadosamente analizada y reducida. Nos gustaría desecharla de una vez por todas. Pero según lo muestra la práctica, más efectivo es empezar por reducirla paulatinamente y sólo con el tiempo desecharla.

                                                                              

Por lo tanto, una persona exitosa se siente exitosa antes de lograr el éxito. Reiteremos esta verdad dorada: debe sentirse exitoso antes de tener éxito, no después. Debe tener confianza en si mismo para obtener el éxito, y nunca depender de una feliz coincidencia que le infundirá confianza. Es sólo que tal coincidencia puede que llegue a su vida, pero puede que no. E incluso si algún día suceda, seguirá dependiendo de las circunstancias que pueden cambiar y no estar a su favor en el futuro.

 

En otras palabras, el éxito no lo espera en algún rincón del universo, sino que la gente lo busca. Y para obtenerlo, es importante sentirse exitoso, confiado, fuerte, libre y, en algunos casos, incluso algo especial y elegido. No necesitamos dudas respecto a sí funcionará o no, podré o no podré, es correcto o es equivocado. Usted tendrá éxito, usted podrá hacerlo todo y aprenderá cómo hacerlo bien a medida que avance hacia el éxito.

 



Esto último es especialmente importante de comprender antes de tratar de lograr algo. Es muy raro que alguien en esta vida logre algo a la primera. Es poco probable que todo suceda a la vez, sin errores, sin fracasos, sin pérdidas, sin dificultades y sin dolor. Esto sucede, pero muy, muy extraordinariamente, por lo que nunca se debe esperar tener éxito la primera vez. Una persona exitosa dentro de sí misma es fuerte porque está lista de antemano para enfrentar cualquier falta, error, falla, dificultad o problema. Comprenda con la mente, y perciba a nivel emocional que los errores, problemas, fracasos, dificultades y derrotas son inevitables en cualquier asunto. Esto forma parte de nuestras vidas que, como bien lo saben, consiste en una secuencia de franjas oscuras y claras. Como solía decir mi querida y respetada suegra: «No hay mal que dure cien años». Y lo le respondía: «Ni cuerpo que lo aguante»

 

¿Saben cómo la gente llega a este entendimiento? A través de la práctica, a través de la experiencia de vida.

 

­- Yo lo intenté una vez, y no funcionó.

 

- Pues inténtalo de nuevo. ¿Cuál es el problema? Trate de entender qué es lo que se puede mejorar y hágalo otra vez. Y luego otra, y otra, y sigue intentando.

 

- ¿Hasta cuándo?

 

- Hasta que funcione.

 

Eso está bien, así es como debe ser. Y según mi punto de vista, cualquier persona ha de aprender a comportarse así desde la tierna infancia.

 

Pero veamos cómo y qué nos enseñan a la mayoría de nosotros desde pequeños. Cuando cometemos errores, cuando hacemos algo mal, cuando fallamos, cuando perdemos, tendemos a ser criticados, juzgados, regañados e incluso castigados. Es así, ¿verdad?

 

Miedo de cometer errores

 

Nos enseñan a tener miedo de cometer errores. Nosotros mismos por la naturaleza, tendemos a evitar las dificultades, malestar y dolor, aunque los necesitemos como un estímulo de crecimiento y desarrollo. También, el deseo de evasión se fortalece en nosotros cuando somos juzgados por nuestros errores. ¿De qué tipo de psicología del éxito se puede hablar, si la mayoría de nosotros nos convertimos en personas pasivas e impulsivas que están felices de transferir la responsabilidad de muchas cosas en nuestras vidas y especialmente de los errores a otras personas o circunstancias?

 

Es así, como la gente no quiere sentirse culpables, y por lo tanto evitar ser castigados. Entonces, obtenemos una sociedad pasiva en su mayor parte, con la psicología de personas relativamente débiles, carentes de iniciativa, impulsadas por las circunstancias y por otras personas. Esto probablemente convenga a quienes gobiernan la sociedad, ya que nuestro sistema educativo está configurado para formar principalmente a ese tipo de personas. Pero esto ciertamente no nos conviene a nosotros como individuos, como personas, como particulares, ¿verdad? Es fácil entender que el sistema para la estabilidad necesita elementos con ciertas características. Pero una persona como individuo debe comprender que en este mundo todo y todos estamos interconectados, y no siempre pero con bastante frecuencia, el éxito de uno puede significar el fracaso para el otro. Todo depende de los objetivos que persigue la persona.

 

Entonces, ¿qué se debe hacer para estar sintonizado con el éxito? En primer lugar, reconfigure su psique. Esto puede hacerlo usted mismo o con la ayuda de psicólogos o de aquellos profesionales que ayudan a las personas de lograr el éxito en la vida. Necesita buscar y encontrar en las profundidades de su mente fuente de fortalezas que contribuyen al éxito. También hay que focalizar los puntos débiles que lo impiden. Necesita sumergirse en el estado que experimentó cuando logró algún éxito en su vida, cuando se sintió ganador. Esto le ayudará a comprender qué fortalezas mostraste en ese momento para superar las dificultades.

 

Si no hubo nada parecido a eso en su vida, entonces necesita imaginarse a sí mismo como una persona exitosa y comenzar a inspirarse, convencerse, demostrarse a sí mismo que es una persona inteligente, fuerte y segura de sí misma, que es persona que puede tener éxito en cualquier asunto que propone. Yo lo sé que existe la opinión de que tal actitud afecta negativamente a una persona, la hace un poco inadecuada y puede conducir a la depresión si la opinión de la persona sobre sí misma no coincide con sus logros reales en la vida.

 

Pero les diré algo, el mismo hecho de que surjan opiniones e incluso disputas sobre la actitud de la persona hacia sí misma prueba que este enfoque sugestivo de la autohipnosis ha sido y está siendo utilizado. Tiene miles de años. Ese es el tiempo que ha existido la humanidad, y ese el tiempo de que tantas personas exitosas han tenido y siguen teniendo una opinión elevada de sí mismos. Pueden percibirlo en cualquier narrativa histórica cuando los que ganaron, antes de la victoria, se inspiraron en que ellos ya eran ganadores, que ganarían, que sí eran los más fuertes. No daré ejemplos específicos, estudie este tema usted mismo si aún conserva la duda sobre la justeza de mis palabras.

 

Pero incluso si usted sólo trata de sentirse como una persona exitosa, si al menos por un momento, cerrando los ojos, se ve a sí mismo como un ganador y experimenta sentimientos y emociones fuertes y energizantes, comprenderá que entrando en este estado, puede mover las montañas. Mis queridos lectores, las personas no nacen exitosas o fracasadas, ganadores o perdedores. Las personas se convierten en ellos, primero en su mundo interior y luego lo proyectan en el mundo exterior. Entiende, primero en el interior, y solo a continuación en el mundo exterior.

 


      

Entonces, la psicología de una persona exitosa se basa en la opinión de la propia persona sobre sí misma, así también en su actitud hacia sí mismo. Si usted ve a si mismo como un perdedor, entonces se convertirá en uno. Sus pensamientos, su comportamiento, sus acciones serán como las de un perdedor. Y si entra en el estado de una persona exitosa, su comportamiento cambiará. En consecuencia, usted intentará comportarse de la manera en la que se comportan las personas exitosas y este comportamiento lo llevará al éxito.

 

Actitud hacia uno mismo

 

Ahora hablemos sobre su actitud hacia si mismo, sobre cómo debe ser éste. ¿Y cómo debería ser? ¿Cómo debe tratarse a si mismo? En vista de lo anterior, está claro que usted debe tratar a sí  mismo como a una persona exitosa, como a un ganador.

 

Si no puede recordar su estado cuando logró algún éxito en la vida para sumergirse nuevamente en él y tratar de permanecer constantemente en él, si tampoco no puede convencerse de que es usted exitoso, fuerte, inteligente, seguro de sí mismo, entonces trate a sí mismo de la misma forma como trata a aquellos a quienes considera personas exitosas, a quienes admira, a quienes quiere parecer.

 

Pero en ese intento, simplemente no se olvide de sí mismo. No se pierda en lo imaginario. Realmente no tiene que ser la copia fiel y exacta de los demás, tiene que ser usted mismo. Es muy importante.

 

Una persona exitosa es un individuo, no un imitador, tampoco es la sombra de nadie. Usted es usted y eso es su fortaleza. No existe   otro como usted. Así que transfiera toda su admiración por alguien a si mismo. Por naturaleza ya somos egoístas, pero es bien sabido, inclusive en la vida de cada uno de nosotros hay personas que nos eclipsan en nuestros propios ojos. Así no debería ser. Esto está mal, eso una psicología de esclavos que nos obliga a inclinarnos ante las autoridades.

 

Sucede a veces que tenemos que inclinarnos ante las personas más fuertes y poderosas en la vida. Pero aún así, desde el mundo exterior ellos no deben influir en nuestro mundo interior. Por lo tanto, dentro de nosotros mismos, somos nosotros quienes debemos ser la persona número uno para nosotros mismos.

 

Qué es lo primero

 

Por lo tanto, debe comportarse y sentir que ya ha logrado lo que quiere lograr, es decir, lo que considera un éxito para si mismo. Ya escribí sobre esto anteriormente, pero lo escribiré de nuevo, ya que los pensamientos útiles deben repetirse con más frecuencia. Suponga que quiere hacerse rico, luego actúe como una persona rica. Simplemente no necesita todo este patetismo que frecuentemente recomiendan con comprar cosas caras, por cuya compra las personas se endeudan hasta más no poder. No, no y no. No estoy hablando de la manifestación externa de la riqueza, no estoy hablando del envoltorio, sino del contenido.

 

Las deudas no vos harán más rico. No obstante su actitud y su forma de pensar si lo harán. ¿Qué suelen mostrar los ricos al público? Muestran cosas caras, hermosa vida, placeres. Nos muestran lo que provee la riqueza, pero no nos muestran lo que a la riqueza conduce. Sin embargo, algunos de las personas acaudaladas escriben libros interesantes y útiles, pero ¿cuántos los leen? Es mucho más fácil para las personas imitar lo que es fácil de imitar, en lugar de hacer cosas difíciles pero necesarias para lograr el éxito. Así que cuando les digo que actúen como una persona rica para hacerse rico, no me refiero a que tiene que comprarse cosas muy caras que no pueden pagar. Me refiero a que deben superar con confianza los mismos obstáculos que la gente rica vence, así como realizar esas tareas difíciles que ellos hacen. Estudien cuidadosamente la vida de las personas acaudaladas y traten de hacer las mismas cosas que ellos hicieron para enriquecerse. Este será un enfoque realmente serio para lograr el éxito.

 

Salir de dudas

 

Lo siguiente que deben hacer es deshacerte de las dudas. Siempre existen dudas, esto es normal. Vivimos en un mundo lleno de incertidumbre, lo que genera dudas y más dudas. Y éstas nos frenan, nos impiden actuar. No diré que no necesitan dudas en absoluto, pero deben ser capaces de superarlas. Duden, si se quiere, pero no de la posibilidad de éxito, sino de la forma de alcanzarlo. E incluso únicamente sólo respecto a cosas pequeñas o muy pequeñas. Y no muestren sus dudas a otras personas si trabajan con ellas, si quieren que los apoyen y les ayuden.

 

No tienen que mostrar sus dudas. La mayoría de la gente no entiende las dudas, las ven como signo de debilidad e inseguridad, en lugar de verlos como indicador de prudencia y previsión. Preste atención a los líderes políticos: ¿nos están mostrando sus dudas? No, no lo hacen. ¿Por qué no lo hacen? Porque es una debilidad. Al menos para la mayoría de la gente.

 

Si el líder muestra dudas, por muy justificadas que sean, las personas los verán como una debilidad, y esta debilidad asustará a algunos y tornará agresivos a otros. Será lo mismo si usted muestra su debilidad y duda en demasía. Si duda mucho, con el paso del tiempo dejará de confiar en si mismo y se odiará por tener tantas dudas, por indecisión, por debilidad, por inseguridad, por ineficacia. Las dudas nos obligan a pensar, nos exigen que lo revisemos todo una vez más, que averigüemos más de algo, etcétera. Y eso está bien.

 

Pero nunca encontrará respuestas a todas sus preguntas en este mundo, por lo que siempre habrá un motivo para la duda. Y en ese caso, ¿qué le queda por hacer? Realmente tiene sólo dos alternativas. O seguir vacilándose o  arriesgarse, ¿no? Si quiere ser una persona exitosa, debe tomar riesgos. La psicología del éxito se templa en acciones arriesgadas. Sin riesgo no habrá grandes ganancias en su vida. Así que tome riesgos. Deliberadamente, por supuesto, pero tome riesgos.

 

Éxito y coraje

 

Así que nuestro éxito también está indisolublemente ligado al coraje. Al fin y al cabo, para correr riesgos hay que ser valiente. Hablaré en detalle sobre cómo volverse audaz en mis otros artículos. Por ahora, solo recuerden este pensamiento para que la próxima vez que vuelvan a tener dudas sobre algo, puedan atreverse a tomar un riesgo que esté bien justificado y que sea necesario para el éxito. Y entonces lo lograrán. Así es la forma cómo otras personas tienen éxito. Primero, se llevan a sí mismos al estado de una persona exitosa, fuerte y segura de sí misma, preparándose así para el éxito, y luego lo logran a través de las acciones necesarias. Recuerden, amigos, primero construyen su mundo interior de la forma en la que quieren ver el mundo exterior, y sólo luego comiencen las faenas en el mundo exterior. Y no escuchen a los que dicen que no deben pensar demasiado bien de si mismos, que necesitan evaluar objetivamente sus capacidades y todo lo demás por el estilo. Todo esto es una nimiedad.

 

¿En base a qué puede existir la objetividad?

 

¿Quién decide qué es objetivo y qué no?

 

Ustedes se convertirán en lo que quieran llegar a ser, su mundo será lo que usted haga de él. Así fue y así será por siempre y para siempre. Aquello lo que podrán lograr en sus vidas gracias a su actitud y sus actos, se convertirá en una realidad objetiva para ustedes.

 

Estén siempre listos para el éxito, para la victoria, para lo mejor. No es necesario que se demuestren a si mismos que no pueden lograr hacer algo. ¿Por qué y para qué lo necesitamos demostrar? Este enfoque de la vida no se adapta en absoluto a sus intereses. Será mejor que demuestren a si mismos que si pueden lograr todo lo que proponen. Entonces desaparecerán todos los frenos internos que nosotros mismos nos imponemos y que nos impiden tener éxito. Su estado interior es lo que determina su vida. Si se ve a si mismo como un perdedor, se convertirá en un perdedor. Y si se ve a si mismo como una persona exitosa, un ganador, tendrá éxito y se convertirá en un ganador.

 

No sin el esfuerzo necesario, por supuesto.

 

No porque sólo quiera tener éxito.

 

No porque quiera obtener el resultado.

 

Sino por el trabajo diligente y exacto, por la lucha.

 

Pero a esta lucha y al trabajo diligente, ustedes se acercarán gracias a su actitud.

 

Y podrán hacer todo lo que esté a su alcance gracias a la psicología del éxito.

 

© Nikolai Barkov, 2022

 

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