Estratagema 17. Cambiar un ladrillo por un jade

Lanzar un ladrillo para obtener jade 【拋磚引玉】, pinyin: [pāo zhuān yǐn yù]

Lanzar un ladrillo para obtener a cambio una gema;

dar algo que no tiene valor para obtener algo valioso;

lograr una ganancia significativa con un regalo o favor insignificante;

entregar a la parte contraria algo innecesario para luego recibir algo significativamente más sustancial.

Atraer a alguien haciéndole pensar que está adquiriendo algo, o simplemente hacer que reaccione a una acción (“lanzar un ladrillo”) para obtener algo valioso a cambio (“obtener jade”). La estrategia número 17 se aplica activamente por algunos políticos durante la campaña electoral. Las promesas que nos hacen representan ese ladrillo carente del valor. Para los políticos, no les cuesta nada prometer algo y luego decir que no se pudo realizar. Pero a cambio, obtienen nuestros votos y así consiguen lo que necesitan, es decir, ganan las elecciones.

Interpretación

Existen muchas maneras de realizar un intercambio beneficioso, pero la mejor de ellas es presentar lo falso como verdadero, dándole el mismo aspecto y así despertando en las personas el deseo de poseerlo.

Atraer al enemigo con movimientos de banderas, y sonido de tambores de guerra significa presentar lo falso como verdadero.

Ejemplos de la Estratagema 17 en la historia china

En la época de la dinastía Tang, vivía un gran poeta llamado Zhao Gu 【趙嘏】 y el poeta Chang Jian 【常建】que no era tan famoso como aquel. Cuando Chang Jian llegó una vez a la provincia Suzhou, se enteró de que Zhao Gu iba a visitar un templo en esos lugares. Chang Jian quería aprender del gran poeta, así que se dirigió al templo antes que él y allí escribió en la pared un poema que solo contenía dos líneas de las cuatro con la esperanza de que Zhao Gu lo viera y lo completara. Zhao Gu actuó exactamente como había previsto Chang Jian.

Ejemplos de la Estratagema 17 en la historia europea y latinoamericana

Tal como lo hemos visto anteriormente, la Estratagema 17, “Cambiar un ladrillo por un jade,” se refiere a ofrecer algo aparentemente insignificante (el “ladrillo”) para obtener algo valioso (el “jade”) de la otra parte. Esta estratagema implica engaño o manipulación para obtener una ventaja, logrando que el oponente subestime el valor de lo que se le ofrece. En la historia europea y latinoamericana, esta táctica se ha manifestado en diversos episodios.

Uno de los ejemplos más claros es el Tratado de Tordesillas (1494), que afectó tanto a Europa como a América Latina. Tras la llegada de Colón a América, España y Portugal, las dos potencias marítimas de la época, se disputaban los territorios recién descubiertos. España y Portugal firmaron el Tratado de Tordesillas, que dividía el “Nuevo Mundo” con una línea imaginaria. A simple vista, parecía un acuerdo en el que ambas partes renunciaban a territorios. Sin embargo, Portugal negoció una línea lo suficientemente al oeste como para asegurar territorios en América del Sur que aún no se habían descubierto, específicamente Brasil. Así, aunque aparentemente Portugal estaba renunciando a vastas tierras en el continente americano, en realidad obtuvo Brasil, un territorio que se reveló como inmensamente valioso en términos de recursos naturales y poder geoestratégico.

Otro ejemplo es la Venta de Louisiana en 1803, entre Francia y Estados Unidos. Napoleón Bonaparte, líder de Francia, necesitaba fondos para sostener sus campañas militares en Europa. Aprovechó el interés de Estados Unidos en expandirse y ofreció el territorio de Louisiana a un precio bajo. Esta venta parecía una ganga para Estados Unidos, que obtuvo una enorme extensión de territorio, pero desde la perspectiva de Napoleón, estaba vendiendo tierras lejanas y difíciles de defender en un momento crítico en Europa, asegurando fondos para la guerra. Francia logró así financiación para sus campañas, mientras que Estados Unidos consolidó su expansión territorial. Francia ofreció un “ladrillo” (un territorio en desventaja para su dominio) y a cambio obtuvo un “jade” (dinero para la guerra).

La Compra de Manhattan en 1626 entre los holandeses y los nativos también es otro ejemplo de la aplicación de la Estratagema 17. En 1626, Peter Minuit, un oficial de la Compañía Holandesa de las Indias Occidentales, negoció la compra de la isla de Manhattan con los indígenas locales, presuntamente por bienes de bajo valor (cuentas de vidrio y utensilios, valorados en unos 60 florines). Los holandeses ofrecieron objetos triviales de poco valor para ellos, pero que fueron percibidos como valiosos por los nativos, quienes, sin una visión de la propiedad territorial en términos occidentales, aceptaron el intercambio. En realidad, los europeos lograron adquirir un territorio estratégicamente ubicado para la fundación de Nueva Ámsterdam, actual Nueva York. Los colonos holandeses obtuvieron así un “jade” (una ubicación que se convirtió en una de las ciudades más importantes del mundo) por un “ladrillo” (artículos de bajo valor), en uno de los intercambios más simbólicos de esta estratagema.

Las Reformas Borbónicas y la creación del Virreinato del Río de la Plata en 1776 también se inscriben en esta lógica de estratagema en América Latina. Durante el siglo XVIII, España implementó las Reformas Borbónicas para recuperar el control de sus colonias en América y aumentar los ingresos. Una de las reformas clave fue crear el Virreinato del Río de la Plata, separándolo del Virreinato del Perú. Al hacer esta separación, España parecía dividir su poder en el continente americano, sacrificando parcialmente la cohesión de su dominio en Sudamérica. Sin embargo, el cambio fue una estrategia para mejorar la administración y evitar la corrupción, logrando una mejor explotación económica. De este modo, España ofreció un “ladrillo” (la división del virreinato) para obtener un “jade” (mayores ingresos económicos y un control más directo sobre las zonas productoras de plata y otros recursos en la región).

La Conquista de Tenochtitlan en 1521 por Hernán Cortés también muestra esta estratagema. Durante la conquista de México, Cortés utilizó alianzas estratégicas con tribus enemigas de los mexicas (aztecas) para conseguir apoyo en su campaña. Cortés prometió a las tribus locales una liberación del yugo mexica, pero en realidad, usó su ayuda como “ladrillo” para avanzar en su propia conquista y dominio del territorio. Las tribus nativas recibieron promesas de libertad o alianzas, pero los españoles terminaron por conquistar todo el territorio y someter a todos los pueblos. Cortés obtuvo el “jade” (el control sobre Mesoamérica) utilizando a los locales como “ladrillos” temporales en su estrategia.

Ejemplos de la Estratagema 17 a Nivel Personal

En el ámbito personal, la Estratagema 17, “Cambiar un ladrillo por un jade,” puede aplicarse en situaciones en las que se hace un pequeño sacrificio o se ofrece algo de menor valor para obtener una ganancia significativa. Esta táctica implica estrategia, inteligencia social y, en ocasiones, una pizca de manipulación. A continuación se presentan algunos ejemplos de cómo podría usarse esta estratagema a nivel personal.

Un ejemplo es construir una relación profesional al ofrecer ayuda inicial. Imagina a alguien que ofrece su ayuda en tareas o proyectos de menor relevancia en su trabajo o en un grupo de networking. Al hacer esto, puede ganar la confianza y el favor de personas influyentes sin pedir nada importante a cambio. Con el tiempo, esta relación puede evolucionar, lo que le da la oportunidad de obtener una recomendación, una promoción o un importante contacto profesional. Al principio ofrece un “ladrillo” (su tiempo y habilidades en tareas menores), pero a largo plazo obtiene un “jade” (oportunidades profesionales valiosas).

Otro ejemplo es regalar un obsequio modesto para iniciar una relación sentimental. Una persona interesada en alguien puede obsequiar un pequeño detalle, como una carta o un libro, algo sencillo y genuino, que tenga un significado especial. Esto puede generar un impacto emocional que abre la puerta para una relación significativa. Al dar un “ladrillo” (un obsequio modesto), consigue conectar emocionalmente, lo que puede resultar en una relación profunda (el “jade”).

También puede aplicarse al invertir tiempo en mentorías o ayudar a alguien sin esperar una recompensa inmediata. Un profesional experimentado puede dedicar tiempo a guiar a un joven o a un colega nuevo, sin esperar nada a cambio. Al construir esta relación de mentoría, a menudo obtiene gratitud, lealtad y, eventualmente, puede beneficiarse con la ayuda o el apoyo de esta persona en un futuro. Lo que comenzó como un “ladrillo” (tiempo y consejos) puede convertirse en un “jade” (una alianza de confianza y apoyo).

Otro caso es hacer favores pequeños para ganar reputación o confianza. En un entorno social, una persona puede ser conocida por hacer pequeños favores o ser de ayuda constante con quienes le rodean, ganándose así la simpatía y confianza de muchos. Aunque estos favores sean aparentemente triviales, construyen una imagen positiva y una red de personas dispuestas a ayudar en momentos importantes. En este caso, los “ladrillos” (pequeños favores) se convierten en un “jade” (una sólida reputación y una red de apoyo).

También es común ofrecer precios bajos o descuentos al comenzar un negocio. Cuando alguien comienza un negocio, puede ofrecer servicios gratuitos o con grandes descuentos para atraer clientes y ganar experiencia. Al principio, parece que está sacrificando ingresos, pero al construir una base de clientes y ganar reconocimiento, sus habilidades y servicios se vuelven demandados, lo cual es el “jade” final. Empezar con un “ladrillo” (precios bajos) puede dar acceso a más oportunidades de negocio y mejores ingresos en el futuro.

Otro ejemplo se encuentra en proporcionar atención y escucha para ganar una amistad. Una persona que se interesa genuinamente por los problemas o situaciones de otros, dedicando tiempo a escucharlos y aconsejarlos, puede ganar su confianza y amistad. Aunque este gesto de atención puede parecer un “ladrillo” en términos de inversión personal, al final puede resultar en una amistad valiosa y duradera (el “jade”), alguien con quien se puede contar en momentos de dificultad.

Finalmente, un ejemplo es invertir en un curso o capacitación sin tener garantías. Alguien puede decidir tomar un curso, leer libros o mejorar sus habilidades en un área en la que quiere destacarse, incluso si al principio no obtiene resultados inmediatos. Este sacrificio inicial (el “ladrillo”) en forma de tiempo y dinero puede resultar en grandes beneficios como una promoción laboral, nuevas oportunidades o la habilidad de iniciar un negocio propio (el “jade”).

Significado de la Estratagema 17 según “El Libro de los Cambios”

El significado de la estratagema según el “LIBRO DE LOS CAMBIOS” es el “Golpe al subdesarrollo”. Esta frase representa la interpretación para la línea superior en el hexagrama número 4 Meng “Subdesarrollo”.

“Al castigar la ignorancia no conviene convertirse en agresor, conviene controlar la agresividad”.

El dictamen a la sexta línea indica que ya llegó “el final del subdesarrollo” y que “la persona a la que se refiere esta línea desempeña, en la situación objeto de la consulta, el papel de educador y/o autoridad”.

Aquí se señala la fuerza del maestro que ha alcanzado la armonía entre el conocimiento previo y el nuevo acto de conocimiento. Con esta fuerza, es capaz de romper el subdesarrollo. Pero si simplemente impusiera su conocimiento al alumno, actuaría con él como un conquistador, como un “bandido” pues en la interpretación se dice: “no es favorable ser un bandido”.

Aquí se trata de “dar el remedio de acuerdo con la enfermedad”, para romper el subdesarrollo, que igual a un “bandido” ha capturado al alumno. Mientras tanto, el trigrama superior Gen, 艮（☶）, según la tradición, representa al oponente, y el nueve superior que es la línea Yang corresponde a la base de su principal apoyo. Como señala el erudito del siglo XI, Cheng Yi, la línea superior simboliza “el límite de la incomprensión”.

Por lo tanto, se trata de asestar un golpe a las fuerzas principales del oponente que no comprende la situación con el fin de apoderarse de su poder. La posibilidad de asestar tal golpe provocador se indica con el segundo nueve, símbolo de la propia actividad. La alta probabilidad de acciones activas del oponente se deriva de la presencia de tres líneas Yin consecutivas, que corresponden a una pausa prolongada en nuestras acciones mientras que el oponente imprudentemente llena esta pausa y pierde sus fuerzas.

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