Descifrando el Misterio del Bardo: Insights de la Tradición Nyingma

 

 

 



 

 

1. ¿Qué es el bardo?

 

El bardo es un término tibetano que significa "estado intermedio" o "transitorio". Se refiere a un periodo crucial entre dos vidas sucesivas, un momento de gran importancia espiritual donde la conciencia permanece en transición.

 

El bardo es un concepto fundamental en las enseñanzas budistas tibetanas sobre la muerte y el proceso de morir. Se refiere a los estados intermedios o transitorios que se experimentan entre la vida y la muerte, o entre la muerte y el renacimiento.

 

En la tradición Nyingma del budismo tibetano, se reconocen cuatro tipos principales de bardo:

 

       Bardo de la vida natural

       Bardo de la muerte o el morir

       Bardo de la realidad natural

       Bardo del devenir  

 

Por lo tanto, el bardo se entiende como cualquier estado intermedio o de transición entre dos estados de existencia, ya sea entre la vida y la muerte, o entre la muerte y el renacimiento. Es un concepto central en las enseñanzas budistas tibetanas sobre la muerte y el proceso de morir.

 

LOS BARDOS Y LA MUERTE

 

 

2. Clasificación de los estados intermedios

 

El bardo puede clasificarse en varios tipos según el contexto, pero en general, se consideran seis: el bardo de la vida, de la meditación, del sueño, de la muerte, de la realidad última y del renacimiento.

 

La clasificación de los estados intermedios, o bardos, en la filosofía tibetana, especialmente en la tradición Nyingma del budismo tibetano, engloba diferentes períodos de transición que un ser experimenta a lo largo de su existencia y entre vidas.

 

Tradicionalmente, se identifican seis bardos principales, aunque a menudo se habla más específicamente de cuatro dentro de ciertos contextos de enseñanza. Aquí detallo los seis bardos:

 

       Bardo de la vida

 

Este bardo abarca todo el período desde el nacimiento hasta el punto de la muerte. Es un tiempo de oportunidades donde se pueden practicar las enseñanzas espirituales, realizar actos virtuosos y desarrollar comprensión y compasión.

 

       Bardo del sueño

 

Este estado intermedio ocurre cada noche durante el sueño. Es un periodo donde la conciencia se separa parcialmente del cuerpo físico y experimenta diversos fenómenos oníricos. Las prácticas espirituales específicas pueden ser aplicadas en este bardo para reconocer la naturaleza ilusoria de los sueños y desarrollar habilidades para el bardo de la muerte.

 

       Bardo de la meditación

 

Este bardo se refiere a los momentos en que una persona está absorta en la meditación profunda. Aquí, la conciencia se estabiliza y puede experimentar estados de absorción trascendentes que se asemejan a los estados post-mortem.

 

       Bardo del momento de la muerte

 

Este bardo comienza con el proceso de muerte y dura hasta que la conciencia se separa completamente del cuerpo. Incluye experiencias de disolución de los elementos y de las apariencias de los budas en su forma pacífica y airada.

 

       Bardo de la realidad última

 

Después de la muerte, se presenta este bardo, donde la naturaleza verdadera de la mente se revela claramente. Es un período crítico para la liberación, ya que la mente puede reconocer su propia naturaleza y liberarse del ciclo de renacimientos.

 

       Bardo del renacimiento

 

Este es el último de los bardos, comenzando con la concepción de un nuevo cuerpo y terminando con el nacimiento. La conciencia elige una nueva vida basada en las acciones kármicas pasadas y las tendencias acumuladas.

 

Cada bardo ofrece oportunidades únicas para el reconocimiento de la naturaleza de la mente y la liberación del ciclo del Samsara. Las prácticas y enseñanzas del budismo tibetano buscan preparar a los practicantes para navegar estos bardos con conciencia y habilidad, apuntando hacia la iluminación y la liberación última.

 

 

3. La tradición Nyingma y los cuatro tipos de bardo

 

La tradición Nyingma del budismo tibetano identifica especialmente cuatro bardos principales:

 

       Bardo natural de la vida (este se experimenta continuamente desde el nacimiento hasta la muerte).

       Bardo del morir (comienza con el inicio del proceso de muerte y se extiende hasta que la conciencia abandona el cuerpo).

       Bardo de la naturaleza de los fenómenos (ocurre tras la muerte y es una experiencia de la verdadera naturaleza de la mente).

       Bardo del renacimiento (estado que sigue al anterior y precede al próximo renacimiento).

 

 

4. Bardo del morir (Chi kai bardo)

 

Este bardo comienza cuando los signos de la muerte se hacen evidentes y termina cuando la conciencia deja el cuerpo, usualmente dentro de los tres días posteriores a la muerte física.

 

El Chi kai bardo comienza cuando los procesos vitales empiezan a descomponerse, lo cual es señalado por diversos signos físicos y mentales que indican la proximidad de la muerte. Tradicionalmente, se enseña que este proceso incluye la disolución de los elementos (tierra, agua, fuego, aire y espacio), cada uno de los cuales corresponde a distintos aspectos fisiológicos y psicológicos del ser humano.

 

Fases de la disolución:

 

       Disolución de la Tierra: La fuerza y la estabilidad del cuerpo disminuyen, y la persona puede sentir como si su cuerpo no pudiera sostenerse. Se dice que visualmente, esto se manifiesta como una mirada a un espejismo.

 

       Disolución del Agua: Las funciones fluidas del cuerpo, como la saliva y el sudor, se alteran. La visión puede percibirse como niebla o humo.

 

       Disolución del Fuego: El calor corporal disminuye, comenzando desde los pies y moviéndose hacia el corazón. Visualmente, se podría ver como luciérnagas chispeantes.

 

       Disolución del Aire: La respiración se vuelve irregular y eventualmente cesa. A nivel visual, se presenta como una llama de una lámpara que titila y finalmente se apaga.

 

 

Experiencia del "claro de luz"

 

Después de la disolución completa de los elementos, se dice que la mente experimenta el "claro de luz" primordial, que es la naturaleza más sutil y fundamental de la conciencia. Este momento es crucial para la liberación, ya que presenta una oportunidad para que aquellos preparados a través de la meditación reconozcan su verdadera naturaleza y se liberen del ciclo del samsara.

 

El Chi kai bardo concluye cuando la conciencia se separa completamente del cuerpo, marcando el inicio del siguiente bardo, el Chonyid bardo o el Bardo de la Realidad Última. La duración de este bardo puede variar, pero tradicionalmente se considera que dura hasta tres días después de la muerte física.

 

Este periodo es considerado extremadamente importante en el budismo tibetano porque ofrece una oportunidad única para la liberación espiritual, especialmente para aquellos que han sido instruidos y están preparados para enfrentar este momento con conciencia y comprensión.

 

 

5. Bardo de la Naturaleza de los Fenómenos (Chö nyid bardo)

 

Este bardo inicia una vez que la conciencia ha dejado el cuerpo y dura hasta el inicio de la sensación de un nuevo ser, variando su duración según el individuo. El Bardo de la Naturaleza de los Fenómenos, conocido en tibetano como Chö nyid bardo o a veces Chonyid bardo, es uno de los estados intermedios más profundos y reveladores descritos en las enseñanzas budistas tibetanas, especialmente detallados en textos como el "Libro Tibetano de los Muertos" o Bardo Thodol. Este bardo sigue inmediatamente después del Bardo del Morir (Chi kai bardo) y es crucial para entender los procesos que la conciencia experimenta tras la separación del cuerpo físico.

 

El Chö nyid bardo comienza después de que la conciencia ha pasado por la experiencia del "claro de luz" del Bardo del Morir. Si el individuo no logra reconocer y mantenerse en este claro de luz y, por lo tanto, alcanzar la liberación, procede al siguiente estado, el Chö nyid bardo.

 

 

Experiencias en el Chö nyid bardo

 

Durante este período, la conciencia se enfrenta a visiones e ilusiones que pueden ser tanto pacíficas como aterradoras. Estas visiones son manifestaciones de la propia mente del individuo y representan a los budas pacíficos y a las deidades airadas, según el linaje tibetano. Estas deidades no son externas al individuo; más bien, son proyecciones de los aspectos más profundos de su psique y de sus tendencias kármicas acumuladas a lo largo de múltiples vidas.

 

       Visiones de Deidades Pacíficas

 

En los primeros días de este bardo, se presentan visiones de deidades pacíficas. Estas visiones son claras, luminosas y a menudo acompañadas de luces de diversos colores, cada una asociada con un buda específico. Este es un momento crucial para la práctica espiritual, ya que reconocer estas deidades como manifestaciones de la propia naturaleza búdica puede conducir a la liberación.

 

       Visiones de Deidades Airadas

 

Si la liberación no se logra durante las visiones pacíficas, las visiones se transforman y se vuelven más intimidantes. Las deidades airadas aparecen, representando aspectos más oscuros o ignorados del propio Ser. Estas visiones pueden ser aterradoras, pero son igualmente una oportunidad para la liberación si se las reconoce como manifestaciones de la propia mente y no como amenazas externas.

 

Este bardo dura aproximadamente catorce días, durante los cuales las visiones van disminuyendo gradualmente en intensidad y claridad a medida que la conciencia se va acostumbrando a ellas y comienza a perder la oportunidad de reconocerlas como ilusiones. Si la conciencia no logra la liberación durante este período, avanza hacia el siguiente bardo, el Sipai bardo o Bardo del Renacimiento, donde la conciencia busca un nuevo renacimiento.

 

El Chö nyid bardo es fundamental en las prácticas espirituales tibetanas porque ofrece múltiples oportunidades para el reconocimiento directo de la naturaleza verdadera de la mente y, por ende, para la liberación del ciclo de renacimientos forzados. Este bardo subraya la importancia del entrenamiento y la preparación durante la vida, enfatizando prácticas como la meditación y el estudio de las visiones bárdicas para estar adecuadamente preparado para estos profundos desafíos post-mortem.

 

 

6. Bardo del renacimiento (Sipai bardo)

 

Comienza con la primera concepción de un nuevo ser y finaliza con el nacimiento. El Bardo del Renacimiento, conocido en tibetano como Sipai bardo o Sidpa bardo, representa el último de los estados intermedios (bardos) discutidos en las enseñanzas del budismo tibetano, particularmente en el contexto del "Libro Tibetano de los Muertos" o Bardo Thodol. Este período le sigue al Bardo de la Naturaleza de los Fenómenos y se centra en la búsqueda de un nuevo renacimiento.

 

 

Inicio del Bardo del Renacimiento

 

El Sipai bardo comienza después de que las oportunidades de liberación en el Chö nyid bardo se han agotado, lo que significa que la conciencia no logró reconocer su naturaleza búdica durante las visiones de las deidades pacíficas y airadas. La conciencia ahora busca un nuevo renacimiento, impulsada por sus tendencias kármicas y los deseos no resueltos.

 

 

Experiencias en el Sipai bardo

 

Durante este bardo, la conciencia experimenta una serie de visiones y sensaciones que reflejan sus deseos y aversiones pasadas, que guiarán su atracción hacia un nuevo nacimiento. El individuo es atraído hacia situaciones y padres potenciales que reflejan su karma acumulado.

 

 

Visiones Kármicas

 

Las visiones en este bardo incluyen lugares, personas y situaciones que son familiares o atractivas para la conciencia basada en sus inclinaciones y deseos anteriores. Estas visiones pueden ser tanto agradables como perturbadoras, dependiendo del karma del individuo.

 

 

Elección del Renacimiento

 

La conciencia es atraída hacia un nuevo nacimiento de una manera que puede parecer ser dirigida por fuerzas externas, pero en realidad, está guiada por sus propias tendencias internas. Se dice que la conciencia ve parejas copulando y se siente atraída hacia ellos, dependiendo de la naturaleza de sus propios deseos y aversiones, lo cual eventualmente lleva a la concepción en un nuevo cuerpo.

 

Este bardo generalmente dura hasta que la conciencia encuentra y se une a una nueva vida, culminando con la concepción. La duración del Sipai bardo puede variar, pero tradicionalmente se considera que puede durar hasta 49 días después de la muerte física, período durante el cual se realizan varias prácticas y rituales por parte de los vivos para ayudar al tránsito de la conciencia.

 

 

Implicaciones Espirituales

 

El Sipai bardo subraya la importancia de la comprensión y la preparación durante la vida. Se enseña que el conocimiento y la práctica de las enseñanzas budistas pueden influir significativamente en las condiciones del renacimiento, proporcionando una mejor oportunidad para un nacimiento auspicioso que sea propicio para la continuación de la práctica espiritual y, finalmente, para alcanzar la iluminación.

 

El estudio y la meditación sobre el Sipai bardo no solo preparan a los individuos para su propio paso a través de este estado, sino que también los equipan para ayudar a otros durante este tránsito crítico, realizando prácticas que pueden dirigir la conciencia del fallecido hacia un renacimiento más favorable.

 

 

7. Bardo de los sueños (Milam bardo)

 

Este bardo ocurre cada noche durante el sueño y termina con el despertar. El Bardo de los Sueños, conocido en tibetano como Milam bardo, es uno de los estados intermedios (bardos) enseñados en el budismo tibetano, y es particularmente relevante en la vida cotidiana, ya que todos experimentamos este bardo cada vez que soñamos. A diferencia de los otros bardos que son parte del ciclo de muerte y renacimiento, el Milam bardo ofrece una oportunidad recurrente para la práctica y el desarrollo espiritual.

 

 

Experiencias en el Milam bardo

 

Durante este bardo, la conciencia puede experimentar una variedad de sueños, desde los más mundanos y olvidables hasta visiones lúcidas profundamente significativas. Los sueños en el Milam bardo pueden ser influenciados por las actividades del día, preocupaciones emocionales, o pueden surgir de las profundidades del inconsciente.

 

 

Sueños Lúcidos y Práctica Espiritual

 

Una de las prácticas más importantes relacionadas con el Milam bardo es el desarrollo de la lucidez en los sueños. El entrenamiento para reconocer que uno está soñando mientras está en el sueño, permite al practicante ejercer cierto grado de control y utilizar el sueño para prácticas espirituales avanzadas, como la meditación y la visualización.

 

 

Integración de las Experiencias del Sueño

 

Otra práctica clave es la integración de las lecciones o insights que surgen de los sueños en la vida diaria. Esta práctica ayuda a reducir la brecha entre el estado de sueño y la vigilia, facilitando un mayor autoconocimiento y desarrollo espiritual.

 

El Milam bardo termina cada vez que despertamos. Este ciclo de sueño y despertar es paralelo a los ciclos más grandes de muerte y renacimiento, y ofrece una oportunidad diaria para practicar el desapego y el reconocimiento de la naturaleza ilusoria de las experiencias.

 

 

Implicaciones Espirituales

 

En las enseñanzas del budismo tibetano, el Milam bardo es un terreno fértil para la práctica del Dzogchen y el Mahamudra, que son caminos hacia la realización de la naturaleza última de la mente. La práctica de la lucidez en los sueños, en particular, se considera una manera efectiva de prepararse para el reconocimiento del claro de luz en el momento de la muerte, facilitando así una transición consciente y liberadora.

 

La práctica y el estudio del Milam bardo enfatizan la necesidad de estar conscientemente preparados y atentos en todos los estados de la existencia, reconociendo que cada momento es una oportunidad para la práctica espiritual y el despertar.

 

 

8. Memoria y tendencias kármicas en el budismo

 

En el budismo, la memoria y tendencias kármicas juegan un rol crucial en la determinación de las experiencias en el bardo y en la vida futura. Estas tendencias son acumulaciones de acciones pasadas que influyen en futuros renacimientos. En el budismo, los conceptos de memoria y tendencias kármicas son esenciales para entender cómo las acciones pasadas afectan las experiencias presentes y futuras, y cómo uno puede influir en su propio camino hacia la iluminación.

 

 

Memoria en el Budismo

 

La memoria en el budismo no se limita solo a recordar eventos pasados de la vida actual, sino que también abarca las impresiones acumuladas a lo largo de múltiples existencias. Estas memorias no son solo recuerdos conscientes, sino más bien impresiones sutiles que se almacenan en lo que se conoce como el "alaya-vijnana" o la conciencia base.

 

       Alaya-vijnana (Conciencia Almacén)

 

Esta conciencia funciona como un depósito de todas las impresiones kármicas acumuladas a lo largo de las vidas pasadas y la presente. No es accesible de manera directa en la conciencia diaria, pero influye profundamente en las predisposiciones y reacciones de un individuo.

 

       Interacción entre Memoria y Percepción

 

Las impresiones almacenadas en la alaya-vijnana colorean la percepción del mundo y las respuestas a él, generando patrones de comportamiento y pensamiento que a menudo se repiten a lo largo del tiempo.

 

 

Tendencias Kármicas

 

Las tendencias kármicas, o vasanas, son patrones habituales de pensamiento, emoción y comportamiento que se han fortalecido a través de la repetición a lo largo de muchas vidas. Estas tendencias son las propensiones mentales y emocionales que surgen de las semillas kármicas almacenadas en la conciencia almacén.

 

       Formación de Tendencias Kármicas

 

Cada acción, palabra y pensamiento deja una impresión o semilla en la conciencia almacén. Estas semillas eventualmente maduran y producen experiencias correspondientes a su naturaleza, ya sea positiva, negativa o neutra.

 

       Impacto de las Tendencias Kármicas

 

Las tendencias kármicas pueden llevar a un individuo a repetir ciertos comportamientos y a experimentar ciclos repetitivos de sufrimiento o felicidad. Son cruciales en la determinación del curso de la vida de una persona y sus experiencias futuras, incluyendo las condiciones de sus renacimientos.

 

Transmutación de Tendencias Kármicas

 

El budismo ofrece métodos para modificar estas tendencias kármicas a través de prácticas espirituales como la meditación, la atención plena y la conducta ética.

 

       Práctica de la Atención Plena y Meditación

 

Estas prácticas ayudan a observar y eventualmente disolver las tendencias habituales, permitiendo que las semillas kármicas se enfrenten y se purifiquen. La meditación profunda permite acceder a la conciencia almacén y transformar las impresiones kármicas.

 

       Conducta Ética

 

Vivir de acuerdo con los preceptos éticos del budismo ayuda a prevenir la formación de nuevas impresiones kármicas negativas y suaviza las existentes.

 

       Desarrollo de la Sabiduría

 

La comprensión de la naturaleza impermanente y no esencial de la existencia ayuda a liberarse de las ataduras de las tendencias kármicas y a avanzar hacia la iluminación.

 

En resumen, la memoria y las tendencias kármicas en el budismo no son simplemente retenciones del pasado, sino fuerzas activas que configuran continuamente la experiencia presente y futura. Transformar estas tendencias mediante la práctica espiritual es clave para alcanzar la liberación del ciclo del Samsara y la realización de la naturaleza última de la realidad.

 

 

9. Limpieza de tendencias habituales durante el sueño

 

En el budismo tibetano, especialmente en la tradición Nyingma, se practican complejos de yoga del sueño que buscan purificar las tendencias habituales y negativas durante el bardo del sueño, utilizando técnicas específicas para mantener la conciencia durante el sueño y transformar la experiencia.

 

La limpieza de las tendencias habituales durante el sueño es una práctica avanzada en el budismo tibetano, particularmente en la tradición Dzogchen. Esta práctica se enmarca en la comprensión más amplia de cómo los estados de conciencia como el sueño pueden ser utilizados para el desarrollo espiritual y la transformación interior.

 

En el budismo tibetano, especialmente en la tradición Dzogchen, el sueño se considera una oportunidad para practicar y transformar la mente. Los sueños no son vistos solo como reflejos de nuestras preocupaciones diurnas o reposo neuronal, sino como manifestaciones de la mente más profunda que pueden ser trabajadas conscientemente.

 

 

Prácticas durante el Sueño

 

       Sueño Lúcido y Claridad en los Sueños:

 

Una de las prácticas más importantes es el desarrollo del sueño lúcido. El objetivo es reconocer que uno está soñando mientras sueña, lo que puede permitir al practicante llevar a cabo prácticas espirituales dentro del sueño. En este estado, el practicante puede enfrentar directamente sus miedos, deseos y otras emociones perturbadoras, observándolos y resolviéndolos directamente.

 

       Transformación de las Emociones y Tendencias:

 

Al ganar lucidez en el sueño, el practicante tiene la oportunidad de transformar tendencias habituales y emociones negativas. Por ejemplo, si en un sueño aparecen situaciones de ira o miedo, el practicante puede enfrentarse a estas emociones conscientemente, practicando métodos como la compasión o la visualización en el contexto del sueño.

 

 

Técnicas y Preparación

 

       Preparación Durante el Día:

 

La preparación para estas prácticas comienza durante el día con la meditación y la atención plena. Mantener una mente clara y atenta durante el día facilita el estado de conciencia durante el sueño.

 

       Técnica de Inducción del Sueño Lúcido:

 

Antes de dormir, el practicante puede realizar meditaciones específicas o recitar mantras que establezcan la intención de recordar reconocer que está soñando. Una técnica común es la meditación en el corazón, visualizando la luz o repitiendo intenciones como "Esta noche, sabré que estoy soñando".

 

       Uso de las Imágenes en los Sueños:

 

En el contexto del sueño, las imágenes y los escenarios pueden ser transformados. Por ejemplo, un lugar que provoca miedo puede ser transformado en un lugar de paz o un encuentro con un enemigo puede convertirse en una reunión con un maestro espiritual.

 

Yoga  del sueño

 

En el budismo tibetano, el yoga del sueño es una práctica esotérica diseñada para trabajar directamente con la mente durante el estado de sueño. Forma parte de las enseñanzas más profundas y avanzadas, especialmente valoradas en las tradiciones del Dzogchen y del Tantra. Esta práctica implica varias técnicas y enfoques específicos que ayudan al practicante a mantener la conciencia durante el sueño, transformar la experiencia onírica y utilizarla para el crecimiento espiritual.

 

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© Nikolai Barkov, 2024

 

 

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