LOS GATOS DE LOUIS WAIN
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El artista de los gatos antropomorfos
El gato Peter estaba
sentado en la puerta por el tercer día. Cada vez que se escuchaba algo parecido
al sonido de los pasos en las escaleras, se movía hacia adelante, pero luego se
volvía a asentarse pesadamente sobre sus patas traseras. Al quinto día, se dio
por vencido y se arrastró lentamente hacia su plato. Aparentemente, fue
entonces cuando se dio cuenta de que su dueña Emily ya no existía. Incapaz de
ayudar a su amigo peludo, Luis que acaba de enviudar pasaba horas sentado a su
lado e hacía algunos bocetos de Peter. Éstos resultaron tan buenos que el joven
ilustrador se metió de cabeza a pintar. Así comenzó la carrera de Louis Wain,
el artista de los gatos antropomorfos.
Dibujo de Louis Wain
El niño Louis
Wain nació con el labio leporino el 5
de agosto de 1860. Se les dijo a los padres preocupados que todo estaba en
orden, pues se podía vivir con eso. Pero se les avisara que era mejor enviar al
niño a la escuela más tarde, cuando él pudiera valerse por sí mismo ya que los
compañeros de clase no pasarían por alto un hecho tan interesante, y el niño
probablemente sería acosado e intimidado. Y así sucedió, ya que Louis
William Wain comenzó a asistir a clases sólo en el otoño de 1870. En aquel entonces,
la familia había crecido ya que aparecieron cuatro niñas y otro bebé más estaba
en camino.
La ciencia,
historia, y geografía eran de poco interés para Louis. Él se escapaba de clases
y deambulaba por Londres ya que la vida de la gente común que observaba día
tras día era mucho más interesante. Basado en los resultados de sus
impresiones, ya de regreso a la casa, hacía bocetos en el álbum. Resultaba tan
bien que después de graduarse, Louis se inscribió fácilmente en la Escuela de
Arte de West London. Y luego de graduarse se le ofreció dar lecciones para
principiantes. Él dejo crecer bigote y se puso a trabajar.
La vida de Louis
cambió drásticamente en 1880, cuando murió su padre. Ahora el cuidado de su
madre y las cinco hermanas menores, una de las cuales estaba enferma, recaía
enteramente sobre sus hombros. La actividad docente generaba muy poco ingreso,
por lo que Louis intentó publicar sus dibujos en una revista y fueron aceptados
de inmediato. En aquel entonces, él pintaba animales y pájaros, pinzones reales
sobre las ramas de laurel, hacía esbozos de la vida rural. Dos revistas le hacían
encargos, y él trabajaba sin parar.
Fotograma de la película “La vida
eléctrica de Louis Wain” (The Electrical Life of Louis Wain).
“Puedes lograr mucho. Estos dibujos no sólo
son buenos, ellos tocan las fibras del alma”, decía Emily Richardson, la
institutriz de las hermanas de Louis. Ella era diez años mayor que Wain, era muy
educada y hermosa. No hace falta decir que entre ellos surgió amor. Louis
estaba seguro de que nadie lo entendía mejor que Emily. Para él esto era ¡la
felicidad tan esperada! Y pronto le propuso matrimonio. Aunque la madre desaprobó
la unión, su opinión no fue tenida en cuenta. Louis y Emily se casaron y se
mudaron a su propio apartamento en Hampstead.
Estos fueron los
tres años más encantadores de su vida, con su amada Emily, en su amado hogar.
Fueron eclipsados sólo por un terrible descubrimiento que pronto se hizo: Emily
estaba enferma. Louis hizo todo lo posible para aliviar la situación de su
esposa, pero los médicos le aconsejaron que no tuviera esperanzas vanas. Una
noche, mientras llovía, Emily escuchó un maullido y abrió la puerta. Un gatito
blanco y negro mojado estaba sentado en el umbral, a que la joven
inmediatamente lo dejó entrar a la casa. Llamaron al bebé gato Peter, y este lindo amigo peludo de
ahora en adelante no se apartó ni un solo paso de ella. Cuando Emily falleció
en 1886, Peter esperó por largo tiempo a su querida y amada dueña.
Dibujo de Louis Wain
Una gran angustia
se apoderó de Louis. No encontraba fuerzas para dibujar. Para abstraerse, hizo
varios bocetos de Peter. Y luego se dejó llevar y creó toda una serie de
dibujos. En el mismo año, 1886, los gatitos de Wain aparecieron en las páginas
de una revista ilustrada. Y el propio Louis en la oficina editorial fue bautizado
en broma como El Señor de los Gatos,
por su capacidad para transmitir perfectamente la naturaleza de los animales a
través de los dibujos.
Esto se convirtió
en su destino. Los gatos, gatas y gatitos del artista bailaron, jugaron al
golf, se sentaron en el parlamento y comerciaron en la tienda. Creó un extraño
mundo felino donde los hermanos de su amado Peter llevaban un estilo de vida
completamente humano. Louis Wain pintaba cientos de dibujos al año a partir de
ahora e ilustró más de 100 libros para niños en todo ese tiempo. Periódicos,
revistas, publicaciones especializadas sobre animales, editoriales de
publicaciones científicas hacían cola para obtener sus bosquejos. Los dibujos
de Luis también aparecieron en postales, que se agotaban al instante. Mininos se convirtieron en una bonita
tendencia ya a finales del siglo XIX. Y Louis fue proclamado dos veces Presidente
del Club Nacional de Amantes de Gatos.
Louis nunca se
volvió a casar y usó el dinero que tenía para mantener a su madre y las hermanas,
una de las cuales terminó en un hospital psiquiátrico. También financió
organizaciones benéficas involucradas en ayudar a los animales Pero el Señor de los Gatos no era un hombre de
negocios. Varias veces invirtió sin éxito, siguiendo el consejo de los conocidos,
y perdió cantidades significativas.
En 1907, Louis
tuvo que irse a Nueva York ya que los acreedores lo atacaban en su casa. El
talento le permitió a Wain ganar mucho, pero nuevamente invirtió en un negocio
fallido. Cuando regresó a casa, sus bolsillos estaban vacíos otra vez.
Su madre y
hermanas, con quienes vivía en la misma casa, pronto comenzaron a notar cosas
extrañas en Louis. Su carácter cambió rápidamente, él se volvió pendenciero. Él
o caía en cólera, o permanecía en silencio durante semanas enteras. Sus dibujos
también cambiaron, aún siendo magníficos, se volvían cada vez más abstractos y
fabulosos, como si fueran de otro mundo. En 1924, las hermanas Wain internaron
a su hermano en un hospital psiquiátrico de Springfield, en el pabellón para
pobres.
La manutención allí
era tan terrible que cuando H.G. Wells visitó a Louis un año después, él se
horrorizó. Escribió una carta a Earl Baldwin, Primer Ministro de Gran Bretaña.
Gracias a la intervención personal de Wells y Baldwin, Louis fue trasladado, a
expensas del dinero público, primero al Royal Hospital y luego a la buena
clínica en Napsbury. Allí, entre otras cosas, tenían muchos gatos ya que se
creía que tenían un buen efecto sobre los enfermos. Y Louis estaba de vuelta a
su elemento.
Dibujos de Louis Wain
El Dr. Walter Maclay era psiquiatra del
Bethlem Royal Hospital en Londres, quien estudiaba la esquizofrenia y sus
consecuencias en el arte. En los años treinta del siglo XX reunió ocho dibujos
de gatos realizados por Louis Wain y los ordenó desde el más figurativo al más
abstracto. Su intención era demostrar la progresión de la enfermedad. La
“serie” que obtuvo ha sido reproducida en un sinfín de ocasiones en libros de
psicología. Sin embargo, esta teoría no fue aceptada por muchos y ha sido
rebatida en varias ocasiones. Así, Rodney Dale, biógrafo del pintor, dice:
Si
tenemos en cuenta la poca información de que disponemos acerca de los cuadros
escogidos por el Dr. Maclay, no existe razón alguna para considerarlos algo más
que ejemplos del arte de Louis Wain en diferentes épocas. Wain experimentaba
con diseños y gatos, y siguió dibujando gatos bastante convencionales incluso
diez años después de sus dibujos “supuestamente” posteriores y más abstractos.
Sólo puede llegarse a la conclusión de que los ocho dibujos fueron realizados
en momentos diferentes, como la obra de cualquier otro artista.
Louis Wain, el
Señor de los gatos, el artista de los gatos antropomorfos, murió el 4 de julio
de 1939.
“Louis creó todo un mundo felino”, dijo
H. G. Wells, “un estilo felino que nunca
antes se había visto. Él inventó un estilo de gato, una sociedad de gatos, un
mundo entero de gatos. Los gatos ingleses que no lucen y viven como los gatos
de Louis Wain se avergüenzan de sí mismos.”.
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© Nikolai Barkov, 2023
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