Yi Jing. Pronóstico para las Elecciones presidenciales en los EEUU 2024

Las próximas elecciones presidenciales estadounidenses están previstas para el 5 de noviembre de 2024. Serán las 60ª elecciones presidenciales de la historia del país, en las que se elegirá al 47º presidente de Estados Unidos. El 15 de noviembre de 2022, el 45º Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció su campaña. El 25 de abril de 2023, el actual Presidente, Joe Biden, anunció su candidatura. El 21 de julio de 2024, Joe Biden anunció su retirada de la carrera presidencial. Las elecciones presidenciales se celebrarán al mismo tiempo que las elecciones al Senado y a la Cámara de Representantes de EE.UU. Algunos estados también celebrarán elecciones gubernativas y legislativas. La toma de posesión del presidente electo está prevista para el 20 de enero de 2025.

Procedimiento

Según el Artículo Segundo de la Constitución de EE.UU., para ser elegido presidente, un candidato debe ser ciudadano estadounidense de nacimiento, tener al menos 35 años de edad y haber vivido en EE.UU. durante al menos 14 años. La Vigesimosegunda Enmienda prohíbe ser elegido presidente más de dos veces. Los candidatos son designados por sus partidos políticos, normalmente a través de primarias, que determinan el número de delegados autorizados a votar por un candidato en una convención del partido. La convención del partido también determina el candidato a la vicepresidencia para formar las respectivas listas. Las elecciones generales de noviembre son unas elecciones indirectas en las que los votantes «autorizan» a los miembros del Colegio Electoral a votar por un candidato.

Interferencia electoral

El 45º presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está cuestionando los resultados de las elecciones presidenciales de 2020. Las encuestas de opinión realizadas antes de las elecciones mostraban un profundo descontento con el estado de la democracia entre los estadounidenses de a pie. Los partidarios de los liberales tienden a creer que los conservadores amenazan al país con sus tendencias autocráticas y sus intentos de deshacer las elecciones de 2020. A muchos republicanos les preocupa el deseo de impedir que Trump ocupe cargos públicos en el futuro.

Antecedentes históricos

En anteriores elecciones presidenciales, la mayoría de los estados fueron sólidos bastiones de uno de los dos principales partidos del país. Por ello, se reserva un papel fundamental en el ciclo electoral a los «swing states», estados que «oscilan» entre el partido demócrata y el republicano. En la actualidad, entre ellos se incluyen estados del «cinturón del óxido» como Wisconsin, Michigan y Pensilvania, así también los estados del «cinturón del sol» como Nevada, Arizona y Georgia. Carolina del Norte también se clasifica como «swing state», dada la victoria mínima de Trump en las anteriores elecciones por un margen del 1,34%. Antiguos estados indecisos como Iowa, Ohio y Florida se han inclinado significativamente hacia los republicanos. Mientras tanto, estados como Colorado, Nuevo México y Virginia han consolidado su apoyo al Partido Demócrata.

La coalición liberal, que constituye la columna vertebral de los bastiones de los «estados azules» de los candidatos presidenciales demócratas, está formada predominantemente por votantes judíos y negros, así como por blancos que viven en zonas urbanas. Los votantes de clase trabajadora también han sido un pilar de la coalición demócrata desde el New Deal, pero desde la década de 1970 muchos se han pasado al bando republicano, ya que el Partido Demócrata se ha desplazado significativamente hacia la izquierda en cuestiones culturales. La coalición republicana tradicional que domina muchos «estados rojos» está formada en gran parte por votantes blancos rurales, evangélicos, mayores y votantes sin título universitario. Los republicanos también han obtenido históricamente el apoyo de los votantes suburbanos de clase media desde la década de 1950, pero este grupo social se alejó de ellos debido al movimiento del partido del té y luego al movimiento Make America Great Again. Una confirmación condicional de esta teoría es la victoria de Joe Biden en las elecciones presidenciales de 2020, ya que los expertos creen que Donald Trump era impopular en los suburbios en comparación con los candidatos de un solo partido en ciclos electorales anteriores.

Algunas encuestas realizadas en vísperas de las elecciones muestran que la posición de los demócratas entre los votantes hispanos, asiáticos, árabes y jóvenes parece haberse debilitado un poco, mientras que el apoyo a los republicanos entre los blancos y los votantes mayores de 65 años también está disminuyendo. Sin embargo, algunos analistas políticos sostienen que los datos de estos sondeos no son representativos y constituyen un «espejismo demoscópico» resultante de un muestreo deficiente, así como de un gran número de no respuestas. Otros sondeos de opinión, como los realizados por YouGov, no han encontrado una despolarización generacional o racial del electorado estadísticamente significativa.

Candidatos

El 12 de marzo de 2024, Biden se convirtió oficialmente en el candidato provisional del Partido Demócrata. El 21 de julio de 2024, Joe Biden se retiró de la carrera presidencial y apoyó la candidatura de Kamala Harris. El 2 de agosto, Harris se convirtió oficialmente en la candidata del Partido Demócrata a la presidencia de EE.UU., con el apoyo de 2.350 delegados.

El 12 de marzo de 2024, Donald Trump se convirtió en el candidato provisional del Partido Republicano. El 14 de julio, sufrió un intento de asesinato completamente fallido. El 15 de julio de 2024, en la convención nacional del Partido Republicano, Trump fue nombrado oficialmente candidato presidencial y Vance fue confirmado como candidato a vicepresidente.

Pronósticos de los resultados

Existen varias formas de hacer pronósticos para las elecciones presidenciales en Estados Unidos. Las encuestas de opinión se realizan a nivel nacional y estatal para medir las preferencias de los votantes, usando técnicas de muestreo para obtener una muestra representativa de la población.

Los modelos estadísticos combinan datos de encuestas con factores históricos, económicos y demográficos, utilizando técnicas como regresión y simulaciones para estimar probabilidades.

Los mercados de predicción son plataformas donde la gente “apuesta” sobre los resultados, y los precios reflejan las probabilidades percibidas por los participantes.

El análisis de redes sociales estudia tendencias y sentimientos en plataformas como Twitter y Facebook, intentando medir el entusiasmo y apoyo hacia los candidatos.

Los indicadores económicos analizan factores como el crecimiento económico, desempleo e inflación, que históricamente han mostrado cierta correlación con los resultados electorales.

Los modelos agregados combinan múltiples fuentes de datos y métodos de pronóstico, buscando reducir el sesgo y mejorar la precisión general.

El análisis de votaciones anticipadas estudia patrones en el voto anticipado y por correo, pudiendo dar indicios tempranos de la participación y preferencias.

El juicio de expertos implica que analistas políticos evalúan factores cualitativos y cuantitativos, ofreciendo interpretaciones basadas en su experiencia y conocimiento del sistema político.

Factores ocultos y posibles fraudes

Los factores ocultos y posibles fraudes que pueden influir en los resultados electorales son temas complejos y sensibles que requieren un análisis cuidadoso basado en evidencia verificable.

Entre los factores ocultos se encuentra la influencia de los medios de comunicación y las redes sociales en la opinión pública, que puede ser significativa y difícil de cuantificar. El financiamiento de campañas por grupos de interés no divulgados también puede tener un impacto sustancial en la dinámica electoral. Las presiones geopolíticas externas, aunque a menudo sutiles, pueden afectar el contexto en el que se desarrollan las elecciones. Los cambios demográficos no capturados en encuestas pueden llevar a sorpresas en los resultados, mientras que los eventos de última hora pueden alterar drásticamente la percepción de los candidatos.

El hackeo es una preocupación creciente en la era digital. Los ataques cibernéticos pueden dirigirse a sistemas de registro de votantes, máquinas de votación electrónica o plataformas de comunicación de campañas. Estos ataques pueden buscar alterar resultados, robar información sensible o simplemente sembrar dudas sobre la integridad del proceso.

Las preferencias geográficas juegan un papel crucial, especialmente en sistemas como el colegio electoral de EE.UU. Ciertos estados o regiones pueden tener un peso desproporcionado en el resultado final, lo que puede llevar a estrategias de campaña que se centren en áreas específicas en detrimento de otras.

La manipulación de los resultados puede ocurrir en varias etapas del proceso electoral, desde la alteración de papeletas hasta la tergiversación de los conteos finales. Aunque es rara en democracias establecidas, la posibilidad siempre existe y requiere de robustos sistemas de verificación y auditoría.

La presencia de los bots y cuentas falsas en redes sociales se ha vuelto un problema significativo. Estas entidades automatizadas o fabricadas pueden amplificar ciertos mensajes, crear la ilusión de apoyo masivo a ciertas ideas o candidatos, y distorsionar el discurso público. Su impacto en la formación de la opinión pública puede ser sustancial y difícil de contrarrestar.

La desinformación y la manipulación de la información representan amenazas serias para el proceso democrático. Esto puede incluir la difusión de noticias falsas, la distorsión de hechos, o la creación de narrativas engañosas. Con la velocidad de propagación en la era digital, estos esfuerzos pueden tener un impacto significativo en poco tiempo, influyendo en las percepciones y decisiones de los votantes.

Es crucial que los sistemas electorales cuenten con salvaguardas robustas para prevenir y detectar estos tipos de influencias indebidas. Esto incluye la presencia de observadores independientes, la realización de auditorías rigurosas, la implementación de sistemas seguros de verificación de identidad de votantes, y la capacidad de realizar recuentos en casos de resultados cerrados o disputados.

La confianza en el proceso electoral es fundamental para la democracia. Por ello, es esencial que cualquier alegación de fraude o manipulación se base en evidencia sólida y sea investigada a fondo por autoridades competentes e imparciales. La transparencia en todos los aspectos del proceso electoral es clave para mantener la integridad del sistema y la confianza pública.

La aleatoriedad y el Libro de los Cambios

La aleatoriedad de los resultados y la validez científica son conceptos fundamentales al considerar el uso de los trigramas del Yi jing para pronósticos electorales. La aleatoriedad en este contexto proviene del método de consulta del Yi jing, típicamente lanzando monedas o tallos de milenrama. Este proceso genera resultados impredecibles, lo cual puede parecer atractivo para “predecir” eventos inciertos como elecciones. Sin embargo, esta aleatoriedad no tiene relación real con los factores que influyen en los resultados electorales.

En cuanto a la validez científica, el uso del Yi jing para pronósticos electorales según los expertos carece completamente de ella. La ciencia requiere hipótesis comprobables, métodos reproducibles y evidencia empírica. Según la comunidad científica, el Yi jing, siendo un sistema filosófico y de adivinación, no cumple estos criterios.

Los métodos científicos para pronósticos electorales, como encuestas y modelos estadísticos, se basan en los datos reales y técnicas matemáticas verificables. Estos métodos tienen márgenes de error conocidos y pueden ser evaluados objetivamente. No obstante, ninguno de los métodos por los más científicos que sean no puede predecir fallos ocultos y posibles fraudes. Y contrario a lo dicen los expertos, es la situación donde el Yi jing nos puede brindar una visión total del proceso.

Competencias y Elecciones

Las elecciones y las competencias deportivas comparten varias similitudes fundamentales que permiten afirmar que son muy parecidas. Tanto en las elecciones como en las competencias deportivas, existe una clara estructura de competencia. En las elecciones, los candidatos compiten por el apoyo del electorado, mientras que en el deporte, los atletas o equipos compiten por la victoria en un evento. Esta rivalidad fomenta un ambiente de esfuerzo y dedicación, ya que los participantes buscan superar a sus oponentes para alcanzar sus objetivos.

Ambos procesos requieren la participación activa de los involucrados. En las elecciones, los votantes eligen a sus representantes, lo que implica un acto de participación cívica. De manera similar, en las competencias deportivas, los atletas representan a sus equipos o países, lo que también implica un sentido de pertenencia y orgullo. En ambos casos, la representación es clave para el éxito del proceso, ya sea político o deportivo.

Las elecciones y las competencias deportivas están regidas por un conjunto de normas y regulaciones que aseguran la equidad y la transparencia. En las elecciones, los sistemas electorales deben ser justos para garantizar que todos los votos cuenten de manera equitativa. En el deporte, las reglas del juego son esenciales para asegurar que todos los competidores tengan las mismas oportunidades de ganar. La existencia de un marco regulatorio es crucial para mantener la integridad de ambos procesos. No obstante, eso es la teoría, en la práctica a veces vemos que algunos participantes pretenden hacer trampas. En deporte, eso puede ser el uso de doping, en las elecciones, eso pueden ser fraudes electorales.

En ambos contextos, se evalúa el desempeño de los participantes. En las elecciones, el éxito se mide por la cantidad de votos obtenidos, mientras que en el deporte, se mide por el rendimiento en el campo, como el número de puntos anotados o el tiempo registrado. Esta evaluación no solo determina el resultado, sino que también influye en la percepción pública y en futuras oportunidades para los participantes.

En resumen, las elecciones y las competencias deportivas son similares en su estructura de competencia, necesidad de participación, regulación, evaluación del desempeño y su impacto social, lo que permite afirmar que son procesos paralelos en muchos aspectos.

Sobre la Competición

A muchos aficionados al deporte les gusta ver acontecimientos deportivos. Pero incluso más que verlos, les gusta tener predicciones personales sobre quién ganará y quién perderá. Como sabemos que todos los deportes, aunque dependen de la fuerza, la técnica y la preparación, a veces también dependen de algunas sorpresas muy difíciles de controlar. Por eso a veces es tan difícil predecir el resultado de una competición. Es por eso que tener un buen dominio de la técnica mántica (adivinatoria) de Seis líneas, Liu yao【六爻】, que también a veces se llama la técnica del Rey Wang, podrá adquirir ventajas adicionales sobre los demás aficionados en relación con los pronósticos de cualquier competición. Una vez que usted ha predicho el resultado de cualquier competición, luego de celebrarse el evento puede comparar los resultados de su predicción con la realidad.

Consideraciones preliminares

En una competición normal, por lo general hay dos partes que compiten por ganar. En una competición de torneo, el número de participantes puede ser mucho mayor. Como en cualquier otro sistema mántico, hay varios niveles en el sistema Liu yao. Sin entrar en detalles por ahora, podemos generalizar que en el hexagrama resultante la línea de Generación, Shi【世】suele tener el significado de «lo ya establecido» o de «lo que ya estaba». En las próximas entregas, nosotros volveremos a discutir con más detalles sobre cómo elegir la línea de Generación y Respuesta para emitir juicio basándose sobre el principio de Huésped/Anfitrión. Por ahora, simplemente daremos por hecho que «lo ya establecido» es la línea de Generación y «lo nuevo» que lo viene a refutar es la línea de Respuesta. Por lo tanto, el estado energético de la línea Generacional, Shi【世】en relación con la línea de Respuesta, Ying【应】nos permitirá determinar el ganador.

La Fase de Florecimiento, Wang 【旺】, de una de estas líneas significa al ganador, mientras que las fases de energía débil significan que el bando que la línea denota perderá. En este sentido, el marcaje con los Seis Parientes, Liu qin 【六亲】no es de mucha importancia para predecir los resultados de la competición, ya que basta con analizar las dos líneas para poder emitir un juicio ponderado sobre el posible ganador. Sin embargo, esto sólo se aplica al nivel elemental.

Como cualquier práctica mántica siempre se puede profundizar, así la cuestión sobre quién será el vencedor se puede complementar con interpretaciones de los Seis Parientes en niveles más avanzados. Sin entrar en explicaciones y detalles, sólo podemos mencionar que la línea del Oficiales/Demonios, Guan gui【官鬼】denota posición o posición en la lista; la línea de Padre/Madre, Fu mu【父母】denota el lugar o terreno donde se celebrará la competición; la línea de Hijos/Nietos, Zi sun【子孙】denota los jugadores principales del equipo; la línea de los Hermanos, Xiong di【兄弟】designa los posibles obstáculos; la línea de los Oficiales/Demonios, Guan gui【官鬼】designa a los jueces, árbitros o miembros del jurado; la línea del Dinero, Qi cai【妻财】junto con la línea de los Padres, Fu mu【父母】significa los puntos obtenidos en la competencia, etc. Sin embargo, ver todos esos detalles no es tan importante en la etapa inicial, donde la tarea principal es aprehender la situación global. Los detalles más diminutos vendrán adelante con algo de práctica. En este punto sólo es importante recordar que, al igual que el número de deportes es enorme, también lo son las diferencias entre ellos, ya que no es lo mismo juzgar competiciones de ajedrez o de fútbol, y mucho menos, el ámbito político de un proceso electoral. En este sentido, los significados de los Seis Parientes, Liu qin【六亲】lógicamente pueden diferir.

Lo que hemos descrito anteriormente se aplica a las competiciones individuales. Pero, ¿y si necesitamos una predicción no para competiciones individuales, sino para competiciones por equipos? Dado que en las competiciones por equipos no podemos comparar la energía de la línea Generacional, Shi【世】y la de la Respuesta, Ying【应】, ya que son individuales. Por ende, para las predicciones de equipo, debemos utilizar la línea de Oficiales/Demonios, Guan gui【官鬼】, tomándola como el Espíritu útil, Yong shen【用神】. Si esta línea se encuentra en la Fase de Florecimiento, Wang 【旺】, significa que será posible que el partido que representa tenga éxito. Si esta línea está débil, el equipo perderá.

Como hemos preparado este material para los no expertos, debemos advertir contra los errores más comunes. Uno de ellos es que en una competencia de dos personas, no se debe hacer la predicción en una forma demasiado simplista, basándose sólo en el estado energético de la línea Generacional, Shi 【世】o la de la Respuesta, Ying【应】. Hay un detalle importante a tener en cuenta a la hora de emitir un juicio. Si una línea recibe un fuerte apoyo (por ejemplo, un gran número del soporte generativo por parte de las líneas activas o se refiere al mismo Elemento del mes o del día), esta redundancia puede hacer que la línea excesivamente fuerte «se endurezca». Y como bien lo sabemos, cualquier cosa excesivamente dura, se vuelve quebradiza, y por lo tanto se rompe y pierde. Por lo tanto, la práctica constante para realizar preguntas sobre los resultados posibles de la competición entre dos personas o equipos, al igual que la práctica de la predicción meteorológica, puede mejorar rápidamente la exactitud de predicciones y, en última instancia, mejorar en gran medida los niveles de habilidad.

¿Quién ganará elecciones presidenciales en los EEUU en 2024: Trump o Harris?

En el mes Shen 【申】, día Yi Mao【乙卯】se planteó la pregunta: ¿Quién ganará las elecciones presidenciales estadounidenses de 2024: Trump o Harris? En el trazado se obtuvo el hexagrama <#11> [La Paz], Tai【地天泰】, que se transforma en el hexagrama <#34> [El Poder de lo Grande], Da zhuang【地山谦】. Los detalles del trazado del hexagrama pueden apreciarse en el Dibujo N° 1.

En el dibujo, vemos que el hexagrama N° 11 llamado “La Paz”, Tai 【泰】, se transforma en el hexagrama 34 “El Poder de lo Grande” , Da zhuang 【大壯】. Otros nombres para el hexagrama “La Paz” podrían ser “La Abundancia” y “La Prosperidad”. Otros nombres para “El Poder de lo Grande” podrían ser “El Gran Poder” y “La Iniciativa”. En el hexagrama inicial, la línea de la Generación, Shi【世】fue electa para representar a Donald Trump, y la línea de la Respuesta, Ying【应】fue electa para representar a Kamala Harris.

La línea de la Generación, Shi【世】, marcada por la Rama del Elemento Tierra Chen tu 【辰土】, no recibe apoyo ni de la Madera del día, ni del Metal del mes. La línea está pasiva y no se mueve. Sin embargo, esta línea recibe apoyo de la línea del Fuego, Wu huo【午火】en el hexagrama final. Este es un caso tiene lugar una situación descrita como la Generación retrospectiva, Hui tou sheng【回头生】. Además en el hexagrama está presente la línea pasiva en la segunda posición de Oficiales/Demonios, Guan gui【官鬼】, que está en la Fase de Florecimiento por el día.

La línea «metálica» de la Respuesta, Ying【应】, marcada por la rama You jin 【酉金】, está estática y se apoya en la energía del mes. Parecería que con esta situación, la energía de la línea de la Respuesta, Ying【应】es mayor que la de la línea Generacional, Shi【世】. Con lo que uno podría pensar erróneamente que Harris ganaría las elecciones.

Sin embargo, una mirada más atenta revela que la Tierra de la línea Chen tu【辰土】de Trump recibe generación del Metal de la línea You jin 【酉金】de Harris. La única línea activa del hexagrama se transforma en la Una de las líneas del hexagrama principal se transforma en la línea del Fuego, Wu huo【午火】en el hexagrama final. Este Fuego es capaz de apoyar la línea de Tierra de Trump y fundir la línea de Metal de Harris. Eso nos da una imagen clara de que alguien del equipo de Harris apoya a Trump. Así, cuanto más activa se mostrará Harris, más «engendrará» ella y su equipo a Trump.

Nuestro pronóstico es que Trump ganará por el más estrecho de los márgenes. En el mapa de los EEUU, podríamos definir que la posición Norte, lo ocupa Dakota de Norte, y la posición en el Sur, lo ocupa Texas. La línea activa en el hexagrama que hemos obtenido está marcada como Chou tu 【丑土】, lo que significa que precisamente los estados ubicados en el Noreste de los EEUU, denominados como los estados del «cinturón del óxido» como Wisconsin, Michigan y Pensilvania tendrán el poder decisivo en las elecciones presidenciales por celebrarse el próximo noviembre en los EEUU.

Esto es nuestro supuesto. Y cómo se dará la situación en realidad nos mostrará el tiempo.