Cómo ama cada animal del zodíaco chino según el Bazi

En la tradición china, los doce animales del zodíaco conocidos como las Doce Ramas Terrenales Di zhi 【地支】, [dì zhī], forman parte de un sistema astrológico profundamente arraigado en la cosmovisión oriental. Este ciclo de doce años, vinculado al calendario lunar y a los ciclos agrícolas, tiene sus orígenes en la antigua China, con referencias que se remontan al período de los Reinos Combatientes 【战国】, [zhàn guó】, (475–221 a.C.), aunque su consolidación como sistema astrológico completo ocurrió durante la dinastía Han【汉朝】, [hàn cháo], (206 a.C.–220 d.C.). Cada animal representa no solo un año, sino también una energía arquetípica que influye en el carácter y destino de quienes nacen bajo su influencia.

El orden de los animales que son Rata, Buey, Tigre, Conejo, Dragón, Serpiente, Caballo, Cabra, Mono, Gallo, Perro y Cerdo, proviene de una célebre leyenda según la cual el Emperador de Jade organizó una carrera para determinar quién entraría en el zodíaco y en qué orden. Pero más allá del mito, este orden refleja ciclos energéticos del Qi 【气】, [qì], en armonía con los Cinco Elementos Wu Xing, 【五行】, [wǔ xíng], que son: Madera, Fuego, Tierra, Metal y Agua. Cada animal está asociado a un elemento y a una polaridad Yin o Yang, lo que permite una lectura precisa del destino en sistemas como Cuatro Pilares del Destino o Bazi, 【八字】, [bā zì】, y el Viento Agua o Feng Shui 【风水】, [fēng shuǐ]. En el Bazi, las Ramas Terrenales representan las energías en la hora, día, mes y año de nacimiento, revelando rasgos de personalidad, potencial emocional y patrones de relación, especialmente en el ámbito amoroso.

A continuación, se presenta una interpretación de cómo se manifiesta el amor según la Dominante del Día (es decir, el “amo del horóscopo” o el animal que rige el pilar del día de nacimiento) en el sistema Bazi.

Rata

Busca sentimientos simples y sinceros, basados en la similitud de gustos y acciones. Tiene pocas perversiones; su sensualidad es sana y alegre. En la juventud suele tener diversas aventuras que vive de forma natural y espontánea, aunque incluso en esos casos rara vez va “hasta el final” por su “sentido del honor”. Más adelante, tiende al conformismo en el ámbito emocional. Necesita apoyarse en la estabilidad de sus sentimientos. La sensualidad es secundaria para él. Puede encantarse con lo exótico en sus aventuras amorosas. Detesta las complicaciones en sus relaciones sentimentales. Su amor es sincero y espontáneo, lleno de frescura y naturalidad. En tiempos de crisis, le cuesta mucho manejar los problemas surgidos.

Buey

Siente un miedo instintivo ante los compromisos amorosos. Le domina el temor al amor, la desconfianza hacia lo ajeno y la cautela. En su expresión positiva, sus sentimientos son profundos y duraderos, pero los mantiene en secreto; incluso puede bloquearse cada vez que intenta hablar de ellos. Su fidelidad está ligada al paso del tiempo y florece plenamente solo tras relaciones prolongadas. En su aspecto negativo, los intereses materiales o la ambición pueden influir en sus emociones. Suele rechazar relaciones efímeras y, si surgen, puede renunciar incluso a victorias fáciles, adoptando una postura ascética. Le son propias las pasiones no correspondidas, así como la persistencia y la “persecución moderada” de la persona amada.

Tigre

El Tigre representa ante todo el amor “libre”, que se manifiesta incluso si otras facetas de su carácter parecen contradecirlo. Le es característico el amor-amistad. Aunque en la práctica puede mostrarse celoso, en teoría rechaza los celos y defiende la libertad mutua. Sus sentimientos carecen de pasión ciega u obsesión, pero poseen suavidad e indulgencia. También tiene poca tendencia a los celos. Es emocionalmente independiente y concede poca importancia a la opinión ajena.

Conejo

Amor, romanticismo y anhelo místico. Posee una capacidad colosal para la entrega desinteresada, pero al mismo tiempo una incapacidad consciente o inconsciente para “ser dueño de sus propios sentimientos”. Su imaginación puede jugarle en contra: permite que los sentimientos lo dominen por completo, arriesgándose a perder toda claridad mental. En aspectos positivos, muestra devoción; en negativos, masoquismo y apego a personas que le causan sufrimiento o daño. Siente la necesidad de disolverse, de ahogarse en el amor: ese es su campo de sacrificio. Este sacrificio puede expresarse de múltiples maneras: desde una ofrenda mística hasta la prostitución simbólica o real.

Dragón

El amor surge espontáneamente, por sí solo, y las simpatías o antipatías aparecen de forma instantánea. Las formas son muy variadas: desde el amor a primera vista hasta recaídas inesperadas de sentimientos amorosos. Ningún razonamiento puede influir en este sentimiento: es un amor ciego, indiferente a consejos o presiones externas. No se descarta que la pasión ardiente se encienda más de una vez, pero cada vez hay una convicción interna de que ese amor es el último. Los sentimientos hacia la persona amada son muy simples y sinceros, aunque de corta duración.

Serpiente

Se expresan los sentimientos de forma saludable y natural, con una ternura conmovedora, generosidad y nobleza. La fidelidad en las relaciones amorosas depende directamente de la satisfacción sexual. El amor tiende a ser duradero y busca apoyo en instituciones socialmente aceptadas, como el matrimonio. Es un amor absorbente, con tendencia a la celosía y a la insaciabilidad.

Caballo

Los sentimientos llevan la marca profunda de la racionalidad; la mente actúa como un filtro. El excesivo enfoque en uno mismo impide que los sentimientos se desarrollen y expresen libremente. Hay una curiosidad imparcial y perspicaz hacia la persona amada; no se descarta una cierta disonancia; se observan las relaciones desde fuera, como un espectador distante. Lo determinante es el deseo de ser amado. En la juventud, puede surgir el impulso de coquetear, despertando sentimientos en otros solo para confirmar el propio encanto. En casos de desarrollo armónico, se siente la necesidad de un contacto intelectual estrecho como base de la relación amorosa. En la sexualidad predomina el erotismo, que puede intensificarse y enriquecerse gracias al interés genuino por la pareja. Posee gran encanto y facilidad para expresar emociones, así como talento para seducir con palabras.

Cabra

Existe una necesidad aguda de ternura y comprensión. La persona se tranquiliza a sí misma, sugiriéndose que es amada. Es muy sensual; en la mujer, esta sensualidad es bastante pasiva (en casos desfavorables, “no sé decir que no”), mientras que en el hombre aparece el deseo de sentirse como “el niño mimado de mamá”. Tiende a obsesionarse con recuerdos sentimentales o a embellecerlos. Es tierno y sensible; la sensación de haber sido abandonado u olvidado provoca sufrimiento, aunque muchas veces no impulsa a actuar. Necesita “pruebas” de reciprocidad. Se entrega profundamente en las relaciones amorosas y en la vida familiar.

Mono

El honor y la dignidad son requisitos indispensables en el amor; idealmente, las relaciones deben estar por encima de obstáculos triviales o influencias externas. Es muy generoso, pero necesita gratitud por su generosidad. Tiene un estilo emocional muy particular: no puede amar durante mucho tiempo a alguien que no le provoca admiración. Solo puede amar y admirar a quien le sorprende con su conducta, moral, apariencia o nivel económico. La sola idea de que sus sentimientos no sean correspondidos puede herirle profundamente.

Gallo

Le cuesta tomar decisiones importantes en el amor. La razón no permite que las pasiones ciegas se desborden; su racionalidad y tendencia al análisis enfrían los sentimientos o retrasan su expresión exterior. En la juventud, suele ser ingenuo y romántico, pero sus fantasías pertenecen al mundo de los sueños, no a la realidad. Tiene numerosas prohibiciones internas y vacila al tomar decisiones. En su aspecto negativo, el amor se desarrolla sin emociones profundas: aventuras sin compromiso. Cuando entra en juego su afición por los detalles (típica del Gallo), la situación puede derivar en perversiones, fantasías o conductas desviadas. Esto también puede manifestarse como una rigidez al tener que sacrificar algo por los demás. En su expresión positiva, muestra cortesía y consideración hacia sus seres queridos, y su alegría por la vida se manifiesta diariamente.

Perro

El amor es mesurado, reflexivo y aspira a una unión ideal y perfecta, a la armonía de los sentimientos. Es capaz de ceder para preservar esa armonía. Incluso puede fingir felicidad sin sentirla realmente. No tolera la soledad. Aunque el sentimiento florece plenamente, nunca traspasa los límites de lo socialmente aceptable. La fidelidad se mantiene tanto por convicción personal y profundidad emocional como por el sentido del decoro. Es muy sensible a la apariencia física y a la belleza del rostro de la persona que despierta su amor. En momentos de crisis, intenta comprender al otro, pero huye ante los escándalos.

Cerdo

A los Cerdos les atraen las dificultades en el amor; no se sienten plenamente vivos si no están inmersos en una atmósfera apasionada. Su amor se asemeja al odio: es furioso y rechaza los términos medios. Buscan una unión amorosa mágica, que intentan alcanzar a través de la conexión física. Si no están satisfechos en el amor, pueden sublimar sus deseos. Sienten la necesidad de desafiar lo imposible y complicar lo que es sencillo. Sin embargo, su ideal es simple: una comunión universal. En caso de celos, su origen suele ser intelectual más que emocional. A los Cerdos más intensos incluso les agrada tener rivales. Sus pasiones siempre son intensas.

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