LEYENDA POPULAR CHINA SOBRE EL AMOR DE LIANG SHANBO Y ZHU YINGTAI
La leyenda de amor de Liang Shanbo y Zhu Yingtai (梁山伯与祝英台) es una de las
cuatro leyendas más famosas del pueblo chino y constituye un tesoro de la
cultura nacional. La historia de Liang
Shanbo y Zhu Yingtai se ha
transmitido de generación en generación durante más de 1460 años. Esa historia es
conocida en todas las familias chinas y es reconocida como una leyenda de amor
sin igual. Desde los tiempos inmemoriales, ese cuento conmueve profundamente a los oyentes y lectores, y sus héroes Liang
Shanbo y Zhu Yingtai son
considerados los Romeo y Julieta de China. Con sus apellidos Liang y Zhu se llaman las obras de teatro, películas, series de televisión
y canciones.
Hace mucho tiempo
vivía en China una muchacha llamada Zhu
Yingtai. Era guapa e inteligente, no sólo sabía dibujar dragones y bordar
ave fénix a la perfección, sino que también aprendió jeroglíficos y podía leer
libros antiguos.
Yingtai decidió ir a la ciudad de Hangzhou a la escuela de un famoso maestro para
aprender sabiduría de él. Pero ¿cómo podría ir, si las costumbres de los
antepasados prohibían a una muchacha ir sola a tierras lejanas? Y Yingtai decidió disfrazarse de hombre.
Se puso un vestido masculino y se fue caminando por el camino que conducía a
Hangzhou.
Cuando llegó a la
escuela, se acercó al maestro, primero se inclinó ante la imagen de Confucio,
luego al maestro mismo y finalmente saludó a los estudiantes.
Estaba entre los
estudiantes un joven llamado Liang Shanbo.
Yingtai se enamoró inmediatamente de
él ya que aquel era bien parecido y de buena disposición, y lo más importante,
era extraordinariamente entusiasta en el aprendizaje. Se hizo amigo cercano de Yingtai,
nunca se separaban ni por un momento. El joven ni siquiera podía pensar que Yingtai era una muchacha. En ningún
momento, ella no reveló su secreto. Era tanto más fácil engañar al joven porque
se había metido de lleno en los estudios. Los demás estudiantes tampoco lo
sabían.
Así podría seguir
todo, si no fuera por la esposa del maestro. Un día, ella le dice a su esposo:
— ¿Cómo es que no
te has dado cuenta hasta ahora de que Yingtai
es una muchacha?
— ¿De dónde lo sacaste?
— le preguntó el profesor.
— Los hombres,
cuando se inclinan ante la imagen de Confucio, primero se arrodillan a su
izquierda, luego a su derecha, y las mujeres lo hacen al revés. ¿Recuerdas el
momento cuando Yingtai llegó a la
escuela y se inclinó ante Confucio? Ella se arrodilló primero con la rodilla
derecha y no con la izquierda. ¿Cómo es que no te diste cuenta?
— Bueno, ¡eso no
significa nada! — respondió el profesor. — Ahora, si se hubiera traicionado a sí misma de
alguna otra manera y nos revelara la verdad, entonces sería otro asunto. No
importa lo que siguió diciendo la esposa, no importa cómo lo intentara, el
maestro no le prestó más atención y no le creyó.
La esposa no se
calmó: ¿cómo es que mi marido no me cree?
Y luego, un día,
la esposa del maestro invitó a Zhu
Yingtai a visitarla, le sirvió vino y cuando la muchacha después de haber
bebido un poco se emborrachó por falta de costumbre, le sacó toda la verdad.
Yingtai se despertó por la mañana y recordó que le había revelado su secreto a la
esposa del maestro. Comprendió que a partir de ahora ella ya no podía quedarse más
en la escuela. Entonces, ella le dijo a Liang
Shanbo que necesitaba regresar a casa de inmediato. El joven se puso triste
y comenzó a persuadir a su amigo para que se quedara. Trató de convencerla mil
veces, rogó cien veces, pero todo fue en vano.
Yingtai se preparó para el camino. Liang
Shanbo decidió despedir a su amigo y se fue caminando al lado. Marcharon
durante mucho tiempo, no podían separarse de ninguna manera. Ya era la hora de
despedirse pero esos dos seguían caminando el uno al lado del otro sin parar.
No sé a qué distancia de la ciudad se fueron.
Yingtai quería revelarle la verdad al joven: ¿tal vez él se enamore de ella y puedan
unir sus destinos? Pero le daba vergüenza de decirlo directamente. Entonces
empezó a hablar con indirectas, a proponer los acertijos.
Yingtai vio los dos cisnes volando en el cielo y dijo: — Observa, hermano Shanbo, a estos cisnes que están volando
alto sobre el lago. Verás, la ninfa está volando adelante, el cisne está detrás
riendo alegremente. ¡Qué bien se sienten los dos juntos!
Shanbo no entendió la indirecta.
Siguieron
caminando un poco más. Yingtai le dice:
— ¿Ves, hermano Shanbo, a aquel
leñador que esta bajando de las montañas? Es él quien lleva leña para su esposa
e hijos para que estén calientes.
Nuevamente, Shanbo no entendió nada.
Caminaron unos
cuantos li más, Yingtai vuelve a decir: — Mira,
hermano Shanbo, los dos gansos
salvajes vuelan en círculos sobre nosotros. Uno voló hacia el este, el otro
hacia el oeste. Gansos, gansos, ¿por qué se separan? Es mejor volar juntos
hacia adelante.
Y esta vez Shanbo tampoco entendió nada y dijo
ofendido: — Hermano Yingtai, mi corazón ya está tan apesadumbrado al pensar todo el
tiempo que pronto nos separaremos, y tú me estás hablando de pájaros y
leñadores. ¡No hay necesidad!
— Está bien, si
no quieres, no diré nada más, y probablemente ya sea hora de despedirnos, ¡mira
qué lejos te fuiste de la escuela!
— No puedo, Yingtai, separarme de ti. ¡Déjame acompañarte
un poco más!
— ¡Gracias,
hermano Shanbo, por tu amistad! Y
ahora quiero hablarte de un asunto importante. ¿No parece que tengas una
prometida todavía? Es aquí donde yo tengo una hermana, ella es muy similar a mí
y es extremadamente inteligente, será una buena esposa para ti. Me voy a casa,
hablaré con mi padre para que la case contigo. ¿Estás de acuerdo? ¡Sólo ven
rápido! ¡Y yo por mi parte haré todo lo posible para arreglarlo!
— ¡Definitivamente vendré!, — animosamente respondió Shanbo.
Continuaron
caminando, y de repente un pequeño río bloqueó su camino. Yingtai miró el agua, escuchó cómo sonaba y dijo: — Mira, Shanbo, este río es profundo, pero mejor
ve a la aldea por una pértiga de bambú, encontraremos una parte poco profunda y
cruzaremos a la otra orilla.
Mientras Shanbo se dirigía a la aldea, Yingtai ya se trasladó al otro lado.
Shanbo regresó corriendo con una pértiga ya sin aliento, pero Yingtai ya estaba del otro lado.
— ¿Por qué no me
esperaste, hermano Yingtai?
— Perdóname,
hermano Shanbo, pero es la hora de
irme. No me acompañes más, vuelve a la escuela. No olvides sólo tu promesa, regresa
pronto.
Yingtai siguió caminando a su casa. El tiempo fluye como el agua en el río y pasa
rápido. Y un día en la mañana, Liang
Shanbo recordó lo el amigo le había dicho sobre su hermana, también recordó
su promesa. Rápidamente empacó sus cosas y salió a la carretera.
El joven se
acercó a la casa de Yingtai, tocó la
puerta y dijo quién era y por qué había venido. Hicieron tomar asiento a Shanbo en un gran salón. Él esperó por
un largo tiempo, pero por alguna razón su amigo no aparecía. Resulta que la
madre y el padre de la muchacha ya lograron prometer en matrimonio a Yingtai en contra de su voluntad. Ahora
le es difícil ver a su amigo, así que no aparece.
Y Shanbo tanto esperaba, tanto soñaba con el
encuentro. Todo era en vano. El joven perdió la paciencia, se enojó, armó un
escándalo, rompió todos los platos que había en el pasillo. Se vio obligada Yingtai salir con él.
Solo en ese
momento Shanbo se dio cuenta de que
su amigo no era un joven, sino una muchacha, tan hermosa como un hada
celestial, y que no tenía ninguna hermana menor. El joven la miró con tristeza
y preguntó: — ¿Recuerdas nuestro acuerdo cuando nos despedimos?
— ¡Ay-ya! ¿No te dije que vinieras rápido
entonces? Llegaste demasiado tarde. Debemos olvidarnos el uno del otro. Mi
madre y mi padre me prometieron en matrimonio a la familia Ma. ¡Nunca nos volveremos a ver!
Shanbo no dijo nada, solo exclamó: “Ai-ya”, y, casi llorando de dolor, emprendió
el camino de regreso.
El joven regresó
a casa y enfermó de un padecimiento que ocurre por un amor infeliz. En China,
ese padecimiento se llama Xiang Si Bing 相思病. Ningún médico puede curar esta
enfermedad. Y cuando la hora de la muerte ya estaba cerca, Shanbo le pidió a su madre que fuera a buscar a un médico para
preguntarle si ése le podría ayudar con el remedio correcto.
El médico escuchó
a la anciana madre y con tristeza respondió: — Solo los cuernos de un viejo
dragón son capaces de curar esta enfermedad.
La madre le transmitió a su hijo palabra por palabra todo lo que el médico le había dicho, y el joven comprendió
que no podía salvarse de la muerte.
Se resignó y le dijo a su madre: — Entiérrame junto al lado del camino que conduce
de la casa de Zhu a la casa de Ma. Así lo dijo y se despidió de ese mundo.
Llegó el día de
la boda de Zhu Yingtai. El novio Ma, presumido e importante, salió por la
puerta a recibir el palanquín nupcial. Pero esperó en vano a su novia. Cuando
los porteadores llevaban el palanquín cerca de la tumba de Shanbo, la muchacha les ordenó de repente: — ¡Deténgase!
En el mismo
momento saltó del palanquín y se inclinó varias veces ante la tumba.
Se oyó un estrepitoso
ruido, la tumba se abrió de repente y la muchacha dio un salto dentro. Los
porteadores corrieron tras ella, pero llegaron demasiado tarde. La tumba se
cerró y en sus manos sólo quedó un trozo de la falda de Yingtai. Tiraron el pedazo al suelo, se convirtió en una bella mariposa.
El viento recogió la mariposa, la llevó alto hacia el cielo.
Salió el sol
brillante, las flores comenzaron a exhalar aromas, y de repente todos vieron que
otra hermosa mariposa, dando vueltas en un baile feliz, se elevó sobre la
tumba. En las alturas las dos mariposas volaron juntas hasta que
desaparecieron. Estas eran las almas de Liang
Shanbo y Zhu Yingtai. Pero que ahora
ya nada podría interferir con la felicidad de los amantes.
Es así como
termina esta vieja leyenda que todavía es popular entre los chinos. En 1959,
los estudiantes de la Facultad de Música de Shanghái He Zhanhao y Chen Gang
compusieron la sinfonía para violín《Liang
Zhu》 basada en la antigua leyenda, que luego ganó la fama
internacional y se convirtió en la obra más famosa en la historia de la música
clásica en China. Chen Gang cree que
el secreto del éxito de《Liang
Zhu》 radica en la combinación adecuada de música china
y tradiciones europeas. Incluso durante la creación del tema musical principal,
muchos aconsejaron enfatizar el carácter nacional de la sinfonía introduciendo
partes de instrumentos chinos en la orquesta de cuerdas, como el arpa china yueqin, el laúd pipa chino y otros.
Pero esta idea
tuvo que ser abandonada, ya que los instrumentos tradicionales chinos sonaban
discordantes en la orquesta europea. La trama de la sinfonía《Liang Zhu》 es china, pero el lenguaje musical
utiliza las técnicas y el “léxico” de la música sinfónica mundial, por lo que
esta música es amada no sólo por los oyentes chinos, sino que es comprensible para
todo el mundo.
Fuera de China,
la sinfonía 《Liang Zhu》
fue interpretada por primera vez en 1960 por la Orquesta Sinfónica de la Radio
de Moscú, dirigida por el músico chino Cao
Peng. Desde entonces, cientos de grupos musicales alrededor del mundo han
interpretado la sinfonía 《Liang
Zhu》 para el deleite de los amantes de la música en los
EE. UU., Alemania, Francia, Singapur, Malasia, Suecia, Noruega, Finlandia,
Bélgica, Italia y otros países del mundo. Es así, como《Liang Zhu》, o 《Balada de mariposas enamoradas》, se
ha convertido en una tarjeta de presentación musical de la cultura china.
Concierto ErHu Mariposas amantes
© Nikolai Barkov, 2022
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