Alerta de Científicos sobre las Bacterias Espejo

Recientemente, el profesor Gregory Winter, un destacado biólogo del Universidad de Cambridge y premio Nobel de Química, ha emitido una grave advertencia sobre las llamadas “bacterias espejo”. En una entrevista con “Daily Mail”, Winter afirmó que la lucha contra estos microorganismos podría ser imposible si logran salir de los confines de los laboratorios.

Naturaleza de las Bacterias Espejo

Las moléculas esenciales para la vida pueden existir en dos formas diferentes, que son imágenes especulares entre sí. Por ejemplo, el ADN de todos los organismos vivos está compuesto por nucleótidos “dextrorrotatorios”, mientras que las proteínas, que son los bloques de construcción de las células, se componen de aminoácidos “levorrotatorios”. Sin embargo, en las bacterias espejo, los nucleótidos se convierten en “levorrotatorios” y los aminoácidos en “dextrorrotatorios”. Estos microorganismos solo pueden ser creados artificialmente.

Las bacterias espejo son organismos sintéticos diseñados en laboratorio que poseen estructuras moleculares con quiralidad invertida. Esto significa que sus componentes biológicos son imágenes especulares de aquellos que se encuentran en la naturaleza. La mayoría de los organismos vivos utilizan moléculas con una orientación específica, como aminoácidos zurdos y azúcares diestros en sus ácidos nucleicos, mientras que las bacterias espejo funcionarían de manera opuesta.

La quiralidad es una propiedad fundamental de las moléculas biológicas que afecta su interacción y función. Las bacterias espejo, al estar compuestas por versiones invertidas de estas moléculas, podrían eludir los mecanismos naturales de defensa en los organismos vivos, lo que plantea serios riesgos para la salud humana, animal y vegetal.

Estas bacterias podrían evadir el sistema inmunológico, permitiendo que infecciones comunes se vuelvan mortales. Esto se debe a que los sistemas inmunitarios dependen del reconocimiento de formas moleculares específicas; al ser “invisibles” para estos sistemas, las bacterias espejo podrían proliferar sin restricciones.

Además, al no ser reconocidas por depredadores naturales como los bacteriófagos (virus que atacan bacterias), estas formas de vida podrían multiplicarse rápidamente y desplazar a especies nativas, causando un desequilibrio ecológico significativo.

La creación de estas bacterias podría tener consecuencias catastróficas para el orden biológico en la Tierra, alterando cadenas alimenticias y ciclos biológicos esenciales, lo que podría resultar en una crisis ecológica global.

A pesar de su potencial para revolucionar campos como la biotecnología y la medicina, por ejemplo, en el desarrollo de nuevos fármacos, los científicos advierten sobre la necesidad de un diálogo ético y regulatorio antes de avanzar en su creación. Un informe técnico respaldado por expertos internacionales ha subrayado la urgencia de abordar estos riesgos antes de que se materialicen.

En resumen, aunque las bacterias espejo representan un avance fascinante en la biología sintética, su desarrollo plantea desafíos significativos tanto para la salud pública como para el medio ambiente. La comunidad científica enfatiza la importancia de anticipar y mitigar estos riesgos potenciales antes de que se conviertan en una realidad.

Desafíos para el Sistema Inmunológico

Winter explica que la resistencia de estas bacterias espejo se debe a que el sistema inmunológico de los organismos vivos no puede reconocerlas. Esto se debe a que está acostumbrado a la estructura habitual del ADN. Si estas bacterias ingresan al cuerpo humano, podrían multiplicarse sin control, dificultando la cicatrización de heridas o incluso bloqueando los vasos sanguíneos. En este último caso, la infección por bacterias espejo podría resultar en un accidente cerebrovascular, advirtió el científico.

Las bacterias espejo son organismos sintéticos creados mediante biología sintética, caracterizados por poseer estructuras moleculares con quiralidad invertida. Este fenómeno de quiralidad implica que las moléculas pueden existir en formas que son imágenes especulares no superponibles, lo que significa que las bacterias espejo utilizan versiones “espejo” de las moléculas biológicas comunes, como aminoácidos y nucleótidos. Las bacterias espejo, al estar compuestas por moléculas con quiralidad opuesta, no son reconocidas adecuadamente por los receptores inmunológicos. Esto dificulta la activación de las respuestas inmunitarias, lo que permite a estas bacterias establecer infecciones sin ser detectadas.

Además, la falta de reconocimiento por parte de depredadores naturales, como los bacteriófagos, se debe a su estructura molecular única. Los fagos son virus que infectan bacterias y dependen de la identificación de características moleculares específicas para atacar a sus huéspedes. Las bacterias espejo podrían eludir esta depredación y proliferar sin control en el medio ambiente. La capacidad de estas bacterias para multiplicarse sin restricciones plantea un riesgo significativo para los ecosistemas y salud pública. Al actuar como especies invasoras, podrían alterar dinámicas ecológicas existentes, competir con microorganismos nativos y provocar infecciones letales en humanos, animales y plantas.

La creación de estas formas de vida artificiales plantea también dilemas éticos y bioéticos. Aunque su desarrollo podría abrir nuevas vías en medicina, como la producción de fármacos más eficaces, los expertos advierten sobre la necesidad de establecer regulaciones estrictas y un debate inclusivo sobre los riesgos asociados antes de avanzar en su síntesis. Sin un control adecuado, las bacterias espejo podrían convertirse en una amenaza global con consecuencias impredecibles para la biodiversidad y la salud del planeta.

Necesidad de Investigación Urgente

El profesor Winter sugirió que, aunque antibióticos especializados o virus podrían ayudar a combatir estos patógenos inusuales, el tiempo para realizar tales investigaciones podría ser insuficiente. La comunidad científica está en alerta y ha publicado un informe en la revista “Science” sobre los riesgos asociados con las bacterias espejo. Este informe, respaldado por varios expertos, también incluye un llamado a una discusión global sobre el tema.

La necesidad de investigación urgente sobre las bacterias espejo se ha convertido en un tema de gran preocupación en la comunidad científica. Un grupo de destacados investigadores, incluidos premios Nobel, ha emitido una alerta sobre los riesgos potenciales que estos organismos sintéticos podrían representar para la salud humana, animal y vegetal, así como para el medio ambiente.

Los expertos han comparado el potencial impacto de las bacterias espejo con el de una especie invasora, destacando que su capacidad para multiplicarse y diversificarse podría llevar a consecuencias ecológicas devastadoras. La comunidad científica enfatiza que, en ausencia de evidencia sólida que garantice la seguridad, es prudente detener la creación de estas formas de vida artificial.

Se ha solicitado un debate más amplio entre científicos, responsables políticos y la sociedad civil para evaluar adecuadamente los riesgos y determinar un camino seguro para la investigación en biología sintética. La urgencia de esta investigación radica en la posibilidad de que las bacterias espejo se conviertan en una amenaza global si no se toman precauciones adecuadas. La creación de estos organismos debe ser abordada con cautela, considerando tanto sus aplicaciones potenciales como los riesgos significativos que implican.