SOBRE EL ANTIGUO ARTE CHINO DE LA NO ACCIÓN WU WEI Y LOS BROTES

 

 

                                                                              



                                                                             

La naturaleza no tiene prisa, pero todo lo logra

Lao Tse

 

Seguir el flujo

 

Wu Wei (o pasividad contemplativa) es un concepto chino que es la base del taoísmo y un tema clave en la obra inmortal de Lao Tse, El Tao Te Ching. Wu Wei se traduce literalmente como no actuar, pero de hecho su significado no está tanto en no hacer nada, sino en la capacidad de sincronizar las propias acciones con el gran flujo de la vida.

 

El principio de Wu Wei, a menudo denominado principio de la acción natural, exige abandonar los esfuerzos excesivos y los intentos de superar la fuerza de la corriente y, en cambio, tratar de moverse con la corriente. Permitiendo que la energía del fluir de la vida nos ayude a lograr lo que queremos, y al mismo tiempo dejándonos con la fuerza suficiente para responder a cualquier obstáculo o trampa que se encuentre en el camino.

 

Cada uno de nosotros tiene momentos en los que nos fusionamos con el flujo. En esos momentos gracias a la voluntad pura y enfocada, a la capacidad de apartarse de todo lo que no es importante, o incluso a una combinación de ambos, entramos en nuestra conciencia en un estado en el que sentimos una conexión inseparable con lo que estamos haciendo. Nuestras acciones se vuelven extremadamente efectivas y prácticamente no nos exigen ningún esfuerzo.

 

Al mismo tiempo, el mundo que nos rodea parece desacelerarse y alejarse, y en este tiempo y espacio sentimos unidad entre nosotros y lo que estamos tratando de hacer. Las palabras parecen fluir hacia una hoja de papel vacía en un flujo continuo, diciéndonos qué escribir, el océano mismo nos dirige hacia donde podemos montar la ola más alta de nuestras vidas, y el ritmo de la canción que bailamos pasa a través de todo nuestro cuerpo... y se convierte en una expresión pura de lo que somos.

                                                                              

Y aunque cada uno de nosotros haya experimentado este estado de flujo durante los momentos cumbre del trabajo, del amor y de las aspiraciones creativas, en su mayoría creemos que este maravilloso estado puede descender sobre nosotros solo en casos excepcionales. Que sólo está al alcance de la élite y que es posible acceder a él gracias a una afortunada combinación de circunstancias, o a un largo y persistente perfeccionamiento de uno mismo.

 

Pero, ¿y si esta increíble sensación de flujo pudiera convertirse en nuestro estado normal? ¿Estará disponible para nosotros en cualquier momento en que lo necesitemos? ¿Qué pasaría si cada uno de nosotros, viviendo nuestra vida ordinaria con todos sus altibajos, todos los días tuviera acceso directo e inmediato a esta increíble unidad, siempre y en todas partes, en cualquier situación? Avanza aprovechando la energía del momento y responde a tiempo a todos los obstáculos. Y esto se puede hacer con el mínimo esfuerzo.

 

¿Cómo aprender a hacer sin actuar?

 

La historia nos cuenta que muchos adeptos del Tao trataron de realizar el principio de Wu Wei retirándose de la sociedad, mudándose a vivir a las montañas, meditando durante mucho tiempo en cuevas y luchando por una existencia diaria guiada y nutrida solo por la energía natural de este mundo. Sí, esta es una de tantas formas de lograrlo, pero está lejos de ser la única.

 

Como escribió el propio Lao Tzu, la realización perfecta de Wu Wei se puede encontrar no solo en alejarse de todo lo mundano, sino también en la capacidad de nadar no en contra del flujo, sino junto con el flujo de la vida en la que estamos sumergidos.

 

Cuando adquirimos la capacidad de aprovechar nuestra esencia interior y las leyes de la naturaleza que nos rodea, alcanzamos el nivel de Wu-wei. Y después de eso, ya no desperdiciamos nuestra fuerza en vano ya que seguimos al orden natural de las cosas y actuamos de acuerdo con el principio del esfuerzo mínimo. Precisamente debido a que la naturaleza y el mundo circundante están organizados de acuerdo con este principio, ellos no cometen errores.

 

Los errores son cometidos  o imaginados no por la naturaleza, sino por el hombre, una criatura con un cerebro sobrecargado, la cual se separa independientemente de la red de apoyo tejida por las leyes de la naturaleza, interfiriendo con su acción y yendo demasiado lejos.

 

Benjamin Hoff, The Tao of Pooh.

 

Y es que, aunque muchos empezamos el día con una larga lista de cosas por hacer y con la sensación de que las circunstancias nos apremian por todos lados, deberíamos pararnos al menos un minuto y pensar en que todo lo que hacemos sucede de acuerdo con el orden natural de las cosas. Y si nos sintonizamos con él y empezamos de seguirlo, ciertamente comenzaremos a tener éxito en actuar de manera más eficiente, precisa y sin esfuerzo adicional.

 

Si tratamos de ir en contra de este orden, entonces nos llevará mucho más tiempo, esfuerzo y energía lograr lo que queremos. Sin embargo, en algunos casos  no lo conseguiremos, por mucho que lo intentemos.

 

Una vez más, si tratamos de ir en contra del orden natural de las cosas y nadar contra la corriente, todo lo que intentemos hacer, consumirá mucha más energía y fuerzas que estaríamos mucho más felices de gastar en algo más placentero.

 

Siguiendo el Camino de la Naturaleza

 



 

Sea lo que fuese por lo que nos esforcemos, lo que sea a lo que aspiremos y lo que sea que nuestra mente intente decirnos sobre la urgencia de las cosas y la intensa presión de las circunstancias, Wu Wei nos enseña que la forma más efectiva de hacer cualquier cosa es seguir el Camino de la Naturaleza. Siguiendo el orden natural de las cosas.

 

Cuando nos sintonizamos con el flujo natural de todo lo que hacemos, con la energía viva de aquello por lo que nos esforzamos, a menudo podemos lograr mucho más haciendo menos.

 

Si observamos de cerca cómo la naturaleza arregla sus asuntos, podemos ver muchos ejemplos ideales de Wu Wei. El movimiento del sol y las estaciones, la rotación de la tierra, la órbita de la luna, el fluir de los ríos que pueden crear valles y convertirlos en un paraíso verde, árboles que pueden crecer desde una pequeña semilla y dar vida a innumerables descendientes...

 

Cada uno de estos ejemplos cumple su propósito de manera increíblemente efectiva y le da a la naturaleza de lo que no se puede prescindir y lo que no se puede obtener de ninguna otra fuente. Acaso, ¿el río hace un esfuerzo por fluir? Acaso ¿un árbol da fruto, sobreponiéndose a sí mismo y experimentando sufrimiento interior? No. Tanto el árbol como el río hacen su trabajo sin hacerlo.

 

Algunas personas interpretan intuitivamente la no acción como actitud pasiva, relajada o perezosa, pero eso no es del todo cierto. Cuando miramos el mundo a través de los ojos de Tao, entendemos que hay momentos que requieren que actuemos. Pero si de acuerdo con las leyes de la naturaleza, las acciones no se requieren en absoluto, entonces si haces algo de tal situación, eso ya será demasiado. Además, hay momentos en que cualquier acción traerá mucho más daño que la inacción.

 

Imagine que usted decidió cultivar una planta. Al principio, por supuesto, necesita trabajar duro, pero después de crear las condiciones ideales para su crecimiento una vez plantada en un suelo apropiado y asegurada con tener suficiente luz solar y agua, lo mejor que puede hacer es simplemente dejarla sola. Si usted es impaciente y quiere que la planta crezca lo más rápido posible, puede hacer la prueba con darle más agua, más sol, más abono… Pero lo más probable es que esto no sirva de nada e incluso puede dañar a la planta.

 

Por supuesto, no nos olvidemos de echarle un ojo a la planta sabiendo que le puede pasar algún imprevisto. Pero si esto no sucede, entonces la inacción es exactamente lo que se necesita en tal situación.

 

 

Estirar brotes

 

En el idioma chino, chengyu 成语, [chéngyǔ], (literalmente expresión lista), es una expresión fija que generalmente consta de cuatro caracteres. Las unidades fraseológicas, incluido el chengyu, son de gran importancia, tanto en la tradición oral como escrita. Los chinos recurren constantemente a frases consagradas que otorgan carácter convincente al habla. En la antigüedad, los filósofos usaban proverbios para expresar los matices más sutiles de los sentimientos. El conocimiento de los chengyu más populares es un indicio necesario de un chino letrado. En China, se publican diccionarios especiales de chengyu que explican su significado y proporcionan fuentes primarias. Muchos chengyu también figuran en el conocido diccionario chino Xiandai hanyu cidian [现代汉语词典] con una explicación y, en algunos casos, con una indicación de la fuente original.

 

Entre otros tantos fraseologísmos chinos, hay un chengyu 拔苗助长 [bá miáo zhù zhǎng] que se puede traducir como “estirar brotes para ayudarlos a crecer”. El significado literal del chengyu es “estropear las cosas por exceso de entusiasmo”.

 

A pesar de su origen arcaico, Estirar brotes para ayudarlos a crecer 拔苗助长 es un chengyu bastante popular hasta el día de hoy en China. Fue mencionado por primera vez en la obra Mengzi 《孟子公孙丑上》 en un diálogo entre el antiguo sabio chino Mencius y su estudiante Gongsun Chou. En su discurso sobre la justicia, el maestro relata la siguiente historia:

 

En el principado Song, un hombre siempre estaba triste porque los brotes y plántulas en su campo crecían demasiado lentamente. Un día decidió ayudarlos y comenzó a estirar brotes del suelo. Cansado pero satisfecho, regresó a casa y le contó a su familia sobre su forma de acelerar el crecimiento de las plantas. Su hijo, al enterarse de esto, corrió al campo y encontró a todos los brotes marchitos.

 

Mencio continúa diciendo:

 

Hay pocos en el Imperio Celestial que no ayuden a crecer los brotes. Pero con eso no solo no traen beneficios al cultivo, sino que destruyen las plántulas. De igual manera como aquellos quienes no las deshierban creyendo que no hay beneficio en esto y las dejan a su suerte, como aquellos quienes estiran los brotes, supuestamente ayudándolos a crecer.


            

Wu Wei nos enseña a no apresurar las cosas

 

“Cuando vives de acuerdo con los principios de Wu Wei, insertas un alfiler cuadrado en un agujero cuadrado y uno redondo en otro redondo. Sin estrés, sin esfuerzo extra. Nuestro egoísmo, nuestro deseo y nuestro sentido de autocontradicción están tratando de empujarnos a clavar un alfiler cuadrado en un agujero redondo sólo para demostrar que podemos hacerlo. La astucia nos dicta cómo lubricar la clavija y cómo tallarla para que encaje donde no le corresponde.

 

En nuestra búsqueda de conocimiento, estamos tratando de entender por qué la clavijas redondas encajan en los agujeros redondos pero no en los cuadrados, y si se puede hacer algo al respecto. Wu Wei no lo intenta. Él no piensa. Sólo hace. Desde afuera, puede parecer que no se está haciendo casi nada”.

 

Benjamin Hoff, The Tao of Pooh.

 

 

Sucede a veces que hay momentos en que no hacer nada es lo mejor que puedes hacer.

                                                                              

Encontrar tu propio Wu Wei

 

Si estás triste, estás viviendo en el pasado.

Si estás ansioso, estás viviendo en el futuro.

Y solo si estás en calma vives realmente en el presente.

 

Lao Tse

 

Cuando miramos el mundo que nos rodea, tal como lo es ahora, puede parecernos que tenemos muchas cosas que hacer, preocupaciones y trabajo. Y cuando nos esforzamos por el progreso, logro personal y, en algunos casos, incluso por la supervivencia ordinaria, la idea de no acción puede parecernos inalcanzable.

 

Afortunadamente, la esencia del Wu Wei es bastante simple, y hay muchas cosas sencillas que podemos hacer y no hacer todos los días para ayudarnos a sintonizarnos con el orden natural de las cosas. Aquí hay algunos que puedes probar fácilmente por tu cuenta. Tú puedes empezar con:

                                                                              

1.   Pasar más tiempo en la naturaleza

 

Si nuestro objetivo fundamental es sintonizarnos con el orden natural de las cosas, debemos estar en la naturaleza con la mayor frecuencia posible. No podemos encontrar un mejor maestro y un mejor lugar para acercarnos lo más posible a este aspecto de nuestra personalidad.

 

Cuando damos nuestro primer paso en el mundo natural, idealmente descalzos y no con zapatos de goma, nos conectamos con el mundo de Wu Wei, donde abundan los sistemas naturales y productivos de flujo en todos los niveles.

 

Y cuando establecemos una conexión entre nosotros y todo esto, al hacerlo, nos ayudamos a conectarnos con lo que está dentro de nosotros, en lo más profundo de nuestra alma, con lo que nos ayuda a vivir de acuerdo con el principio de Wu Wei.

 

2.   Compartir todo lo que tienes sin condiciones

 

A medida que nos acercamos al mundo natural, éste nos hace recordar la generosidad que abunda cuando los sistemas vivos entran en armonía consigo mismos. Una sola semilla puede convertirse en un árbol frutal capaz de alimentar a tantos y producir miles y miles de semillas más.

 

El sol nos regala la luz y calor, y con eso no se vuelve más pequeño y más oscuro. El río está lleno de vida y viste sus orillas con un verdor brillante, dondequiera que fluya, desde las montañas hasta el mar.

 

Una de las manifestaciones más naturales del flujo que se pueden ver en esta vida es la generosidad de la naturaleza, de la cual cada uno de nosotros debería aprender. Cuando nos permitimos seguir nuestro profundo deseo de compartir y dar, incluso en las formas más mínimas, comenzamos a armonizarnos con la esencia primordial generosa y benévola de la vida misma. Y sin hacer ningún esfuerzo extra, nos abrimos a la posibilidad no sólo de dar, sino también de recibir. Frecuentemente la posibilidad de recibir supera con creces la capacidad de dar.

 

Cuando nos acercamos a la naturaleza, nos conectamos con el mundo Wu Wei, y aquella nos enseña la verdadera generosidad.

 

3.   Dejar los supuestos sobre cómo “deberían” ser las cosas

 

Esto no significa que deba apresurarse hacia el futuro sin pensar y confiar sólo en la suerte. No, no y no. Siempre habrá cosas y circunstancias en su vida que requieran una planificación cuidadosa. Pero en cada paso y en cada etapa de la vida, encontrarás oportunidades y atajos que ni siquiera podrías imaginar en la etapa de planificación.

 

A veces, nuestros esfuerzos a toda costa para cumplir el plan y obtener un resultado predecible no nos permiten ver todas las oportunidades que están literalmente bajo nuestros pies. Cuando nos encontramos en circunstancias apremiantes, muchas veces es porque partimos de una idea clara y fija de cuáles deberían ser nuestras circunstancias según nuestros deseos, creencias o planes. Pero tan pronto como renunciamos a nuestras ideas sobre lo que el mundo que nos rodea debe ser o no, entendemos que nuestros ojos se han abierto a lo que realmente es... Y en este espacio de aceptación, se vuelve muy fácil para que el flujo nos recoja como una pluma y nos lleve directamente a nuestra meta.

 

“Si entiendes cómo funciona realmente este mundo y realmente te sintonizas con él, entonces, casi exclusivamente, las cosas correctas comenzarán a sucederte, llevándote en la dirección correcta, incluso si te parece que éste no es el caso. Cuando alcances tu meta, puedes mirar hacia atrás y decirte a ti mismo: “Oh, ahora entiendo. Tenía que suceder para que esto sucediera, y tenía que suceder para terminar con esto…” Y luego te das cuenta de que incluso si hubieras tratado de hacerlo todo a la perfección, todavía no podrías hacerlo mejor, y si hubieras tratado de lograr tu objetivo por fuerza, solo lo echarías a perder todo".

 

Benjamin Hoff, The Tao of Pooh.

 

A veces, nuestros esfuerzos a toda costa para cumplir el plan, habiendo logrado el objetivo establecido, simplemente no nos permiten ver qué otras oportunidades pueden abrirse para usted si tan sólo quiere notarlas.

                                                                              

4.   Permanecer siempre abierto a algo nuevo y repentino

 

Uno de los principios más fundamentales de Wu Wei es que la esencia del flujo no está predeterminada, sino que puede manifestarse espontáneamente. Podemos desempeñar nuestro papel en la creación de condiciones ideales, podemos acercarnos al océano, pero no podemos crear las olas en él, no importa cuánto lo intentemos. Solo el océano puede hacer esto.

 

Un amigo mío tiene una huerta maravillosa y bien diseñada, pero la cosecha de este año de sus filas cuidadosamente fertilizadas de lechuga y col rizada palideció al lado de las calabazas que nunca plantó, creciendo éstas solas en un montón de estiércol.

 

Entonces, cuando comenzamos a avanzar hacia nuestra meta en cualquier área de nuestra vida, debemos seguir uno de los principios fundamentales de Wu Wei que es la capacidad de estar siempre abiertos a lo nuevo tanto adentro como afuera.

 

Nunca sabemos qué susurro silencioso o qué nuevo impulso apenas tangible nos permitirá obtener lo que queremos en este preciso momento.



 

 

Espero que la información le sea de utilidad.

 

Apoye la publicación con un like y suscríbase al canal. ¡Gracias!

 

Comentarios

Entradas populares

PERSONALIDAD TIERRA YIN 己

Shilajit (mumie, moomiyo, mummiyo, moomiaii): El Secreto Milenario de la Vitalidad

BALANCE DE TEMPERATURA O EL FRÍO Y EL CALOR EN LA CARTA BAZI

PERSONALIDAD METAL YIN 辛

RELACIONES CODEPENDIENTES: QUÉ SON Y CÓMO SALIR DE ELLAS