PREDICCIONES ASTROLÓGICAS Y EFECTO BARNUM

 

 



 

¿Por qué muchos de nosotros esperamos las predicciones del astrólogo publicados en el último número del periódico? ¿Por qué estamos dispuestos a creer en estas predicciones y actuar de acuerdo con ellas? Después de todo, los estudios imparciales han demostrado en repetidas ocasiones la insolvencia tanto de las predicciones astrológicas como la de los análisis astrológicos del carácter de una persona.

                                                                              

La respuesta más probable a esta pregunta es que la gente cree en los análisis y predicciones astrológicos porque, paradójicamente, ¡son ciertos! Pero  éstas son ciertas porque las afirmaciones son tan generales, evasivas y vagas que son idóneas para todos y al mismo tiempo para nadie.

                                                                              

Aquí está funcionando un fenómeno conocido por los psicólogos, el llamado efecto Barnum en honor al famoso en el siglo pasado empresario estadounidense y dueño del circo Phineas Barnum quien decía que "cada minuto nace un tonto en la Tierra" y se enorgullecía de que en el programa de su de circo y feria todos podían encontrar algo para si. Así, el efecto Barnum que también se conoce como el efecto Forer se puede formular de la siguiente manera: una persona tiende a tomar por su cuenta afirmaciones generales, vagas y banales si se le dice que se obtienen como resultado del estudio de algunos factores que no comprende. Aparentemente, esto se debe al profundo interés que cada uno de nosotros tiene en su propia personalidad y, por supuesto, en su propio destino. El efecto Barnum ha sido estudiado por psicólogos durante unos cuarenta años o más. Durante este tiempo pudieron determinar en qué condiciones una persona cree en las declaraciones que le ofrecen, qué tipo de personas tienden a creer y qué no, y qué declaraciones inspiran confianza.

                                                                              

Entonces, a fines de los años 50, el psicólogo estadounidense Ross Stagner realizó un estudio clásico. Les dio a los 68 funcionarios del servicio de personal de varias empresas un cuestionario psicológico para que lo llenaran, lo que les supuestamente les permitió compilar una descripción psicológica detallada de una persona. Luego compiló una característica falsa general usando 13 frases de diferentes horóscopos. Posteriormente Stagner les pidió a los sometidos a prueba que leyeran los puntajes de las pruebas, diciéndoles que fueron diseñados a partir de una prueba psicológica. Cada participante en el experimento tuvo que anotar después de cada frase qué tan verdadera le parecía la frase y qué tan fielmente reflejaba su carácter. Las gradaciones de las evaluaciones se propusieron de la siguiente manera: sorprendentemente cierto, cierto, bastante cierto, más o menos parecido, más bien erróneo y completamente incorrecto. Más de un tercio de los presentes consideró que sus retratos psicológicos estaban esbozados asombrosamente bien, un 40% bastante bien, y casi nadie consideró su caracterización completamente errónea. Llama la atención que esos eran los jefes de los departamentos del personal, es decir, personas que parecían tener experiencia en evaluar las cualidades personales.

                                                                              

Este experimento reveló otro aspecto curioso del efecto Barnum. Estas son las dos frases que los participantes de la experiencia encontraron más ciertas: "Prefieres algo de variedad en la vida, cierto grado de cambio, y te aburres si te restringen con varias limitaciones y reglas estrictas" y "Aunque tienes algunas deficiencias personales, por lo general sabes cómo lidiar con ellas". Por el contrario, las siguientes dos declaraciones fueron reconocidas como las menos verdaderas: "Hay algunos problemas en tu vida sexual" y "Tus esperanzas a veces son bastante poco realistas". En general, el efecto Barnum funciona con declaraciones positivas, y esto no es sorprendente, no todos estamos particularmente contentos de reconocer algo negativo sobre nosotros mismos.

                                                                              

Estudios similares fueron repetidos muchas veces en varias versiones. Así, a finales de los años 60, un psicólogo francés colocó anuncio en los periódicos, ofreciendo sus servicios como astrólogo. Recibió cientos de pedidos y les envió a los clientes el mismo horóscopo en términos generales, vagos y mal definidos. ¿Y qué pasó? Más de doscientos clientes le escribieron cartas de agradecimiento por el horóscopo increíblemente preciso y magistralmente compuesto.



 

El profesor australiano de psicología, Robert Trevethen, suele pedir regularmente a los estudiantes de primer año que escriban sus sueños o describan lo que ven en las manchas de tinta de colores que es la famosa prueba o test de Rorschach. Luego, supuestamente después de haber procesado el material que le habían traído, el profesor le da a cada estudiante en secreto el mismo análisis de personalidad de las 13 frases que usó Stagner, y les pide una opinión sobre su justeza. Sólo después de que cada estudiante haya declarado frente a toda la audiencia que está bastante satisfecho con la justeza del análisis, Treveten les permite mirar los papeles de los demás. Lo considera un excelente trabajo práctico para introducir a los estudiantes al estudio de psicología.

                                                                              

¿Qué causas adicionales además de la elección cuidadosa de frases evasivas, pero generalmente positivas, influyen en la creencia en el resultado de la adivinación? Por supuesto, las personas ingenuas y crédulas caen en la trampa más fácilmente. El efecto Barnum afecta por igual a hombres y mujeres. El prestigio y la fama del astrólogo tienen escaso efecto, pero, en general, nunca es perjudicial enfatizar que él, por ejemplo, usa el conocimiento secreto de los sacerdotes asirio-babilónicos descifrado por él personalmente a partir de tablillas de arcilla.

                                                                              

Un factor importante reside en el hecho qué preguntas hace el astrólogo al cliente. Por ejemplo, más fe tienen en aquellos quienes solicitan al cliente la hora exacta y lugar de su nacimiento. Entonces, el psicólogo estadounidense Rod Snyder les dio a sus clientes sometidos a prueba un mismo texto. Estaban más satisfechos con éste aquellos a quienes él supuestamente para hacer el horóscopo preguntaba no sólo el año y mes, sino también el día y hora de nacimiento.

                                                                              

Otra característica substancial en el funcionamiento del efecto Barnum es que nos encantan los elogios, pero somos escépticos ante las declaraciones críticas que se nos dirigen. Esto no quiere decir que el horóscopo deba consistir únicamente de alabanzas para tener crédito. También se permiten las indicaciones de algunos defectos de carácter excusables. En un experimento, Snyder y sus colaboradores encontraron que los resultados de los caracteres astrológicos parecían particularmente aceptables si tenían cinco veces más comentarios positivos que negativos. Por el contrario, las personas se negaron a reconocerse en las descripciones que contenían el doble de rasgos negativos que positivos. He aquí por ejemplo una descripción de una persona obtenida, sin embargo, no de un astrólogo, sino de un grafólogo. Pero la diferencia aquí es mínima: “Optimista, siempre mira hacia el futuro. Extrovertido. Tiene intelecto desarrollado. Culto. Decisivo. Presenta ciertos signos de terquedad. De mente rápida, pero en el ambiente laboral no se las arregla bien con las pequeñeces y necesita empleados a quienes se les pueda confiar”. Este es un ejemplo típico de una conclusión generalmente positiva que será fácilmente aceptada por cualquier cliente. En el texto, se notan dos deficiencias, pero ¡con qué tacto se describen! Se ven casi como virtudes: presenta ciertos signos de terquedad (pero aquí la terquedad suena a casi perseverancia) y no se las arregla bien con pequeñeces (necesita asistentes en esta área, lo que significa que puede dirigir a las personas). Piense en cuántas personas reconocerían como correcta una afirmación con conclusiones como hay algunos indicios de inteligencia y de pensamiento lento, pero se las arregla bien con las menudencias.

                                                                              

Otra particularidad que juega a favor del efecto Barnum es que las personas que acuden a los astrólogos son infelices, preocupadas, intimidadas por la vida, deprimidas, temerosas por el futuro incierto... A propósito, ¿no es este el conjunto de síntomas que explica la repentina fe en astrología que se ha apoderado de nuestra sociedad durante los últimos años? Tales personas necesitan especialmente información positiva y de ciencia antigua sobre su carácter y futuro. Para ellos, también es una especie de psicoterapia que aminora su ansiedad, miedos, y la incertidumbre por el futuro. Pero a diferencia de otras formas de terapia que requieren que el paciente haga un esfuerzo por reconocer y comprender sus problemas internos para luego cambiar su actitud y comportamiento ante la vida, aquí sólo es necesario brindar al astrólogo información sobre la hora y lugar de nacimiento.

                                                                              

Con el paso del tiempo, las predicciones parecen cada vez más justificadas. Freud llamó la atención sobre esta característica de la memoria. Es natural que una persona recuerde declaraciones positivas sobre sí misma y olvide las negativas. También es importante que los servicios de un astrólogo, por regla general, sean bastante caros. Habiendo pagado una consulta personal o una revista dedicada enteramente a los horóscopos, inconscientemente no quiere admitir que derrochó su dinero en vano.

                                                                              

                                                                              



 

Y otro efecto conocido por los psicólogos consiste en el hecho de que los horóscopos afectan a las personas para las que fueron elaborados. Entonces, después de haber leído que su signo zodiacal se caracteriza por una honestidad especial, la persona justamente intentará no perder la cara y mantener la reputación de su constelación.

 

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© Nikolai Barkov, 2023 

 

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